El director de operaciones del grupo Gloria Thalasso & Hotels y presidente de la Federación de Empresarios de la Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT), José María Mañaricúa, ha recordado que mientras que en la crisis anterior de 2008 fue el sector turístico el que ayudó a levantar la economía y a otros sectores “en este caso no será así”, ya que el turismo no va a ser esa herramienta transversal que levante Canarias.
Ante el cierre de los hoteles Mañaricúa insiste en que es la oportunidad para reformar y mejorar el producto turístico, aunque hay “incertidumbre y miedo” en esa inversión, ya que la paralización de la actividad se prevé para varios meses.
Para paliar la crisis económica del sector, el hotelero y presidente de la FEHT recalca la importancia de respuestas efectivas de la administración pública, con bonificaciones en impuesto de obra, reducción del IBI, tasas de basura, terrazas, vados, ya que “no se puede mantener el gasto en momentos de cero ingresos”. Además, adelanta que solo se recuperará el turismo con “test fiables de COVID-19 a todos los turistas antes de entrar en el destino”, como única medida para garantizar la seguridad en Gran Canaria.
¿Cuál será la repercusión del coronavirus para el sector en el corto y medio plazo?
Con la experiencia de la crisis anterior, en 2008, la industria turística fue la que sacó a España y Canarias de la crisis, ayudando transversalmente a salir a otros sectores. El turismo creó 40.000 nuevos empleos. Sin embargo, en esta crisis es al contrario, el sector turístico no podrá ayudar a los demás sectores a salir de la crisis y en el caso de Canarias esta crisis tendrá peores consecuencias que en otras regiones de España más industriales.
El turismo no va a poder ayudar, y las consecuencias pueden ser peores ya que es un sector que es tractor transversal de pequeñas empresas y sectores como alimentación, bebidas, mantenimiento, electricidad, fontanería... Si en 2018 Canarias recaudó por IGIC 1.800 millones de euros, este año va a caer de una forma espectacular a mínimos históricos y la administración no tendrá ingresos y tendrá que endeudarse.
¿Será capaz el sector turístico de recuperarse? ¿Cuál es la previsión?
Desde el 19 de marzo los hoteles permanecen cerrados por orden ministerial y no se sabe la fecha para reabrir, porque no solo depende de la situación de Canarias, sino también de España y de los países potencialmente emisores de turistas.
Depende mucho de cómo se desarrolle el virus en países como Inglaterra, Alemania, países escandinavos, para determinar el futuro turístico. Entendemos que si se mantiene esta alerta sanitaria, no solo el estado de alarma, difícilmente podremos reabrir. No habrá una reapertura general de los hoteles.
Previsiblemente el verano será prácticamente con turismo local insular o interinsular a lo sumo, y se reabrirá una segunda etapa a turismo nacional. Se abrirá gradualmente y con poco volumen. Entendemos que 2020 es un año muy difícil y el 2021 también tendrá muchas dificultades.
¿Cuál es la estimación de pérdidas en el sector?
En Canarias se estima que el año pasado fueron cerca de 15.000 millones de ingresos derivados del turismo, pero este año solo tenemos cifras de enero a marzo y no sabemos cuánto se realizará hasta final de año.
¿Qué necesita el sector para poder afrontar la crisis y reabrir en condiciones?
Para que la industria turística pueda moverse con grandes volúmenes necesita de sanidad y seguridad, y necesitaremos que los turistas que vengan lo hagan bajo un test fiable previo de COVID-19. Esto preocupa a los hoteleros y será lo que permita que la industria pueda volver a mover grandes volúmenes de personas.
Ante el cierre, ¿es el momento de reformar?
El hotelero ahora con sus infraestructuras cerradas un buen número de meses ha entendido que es el momento de reinvertir y mejorar el producto.
Para eso necesitamos que ayuntamientos y administraciones colaboren dando una bonificación del 95% en el impuesto de obras. Esta medida es la que demanda la FEHT para alentar a las empresas para que aprovechen para reformar y así muevan mano de obra que necesitarán para construcción, fontanería, electricidad, que generará empleo y por tanto riqueza y consumo para dinamizar la economía.
¿Están respondiendo las instituciones públicas a las demandas del sector turístico?
A nivel municipal no tenemos respuesta, de ningún municipio de España, que están sujetos a normas estatales de Hacienda y alegan que no pueden reducir el IBI de los hoteles, por ejemplo.
Es un sin sentido que estando cerrados por 8 o 10 meses haya que pagar el IBI al completo. Igualmente no se entiende el pago de tasas de basuras, terrazas, vados, tanto de hoteles como espacios de restauración cerrados. Los ayuntamientos en vez de decir que no pueden poner en marcha estas medidas y echar la culpa al Estado deberían solicitar ellos mismos al Estado estas medidas. Son las que pueden permitir que las empresas turísticas actualmente sin ingresos puedan reducir gastos.
Se escudan en que no pueden tomar decisiones en esta materia para no hacer nada. A la industria hotelera de poco nos sirve el aplazar, lo que hay que hacer es reducir la cuantía porque no hay generación de ingresos. Toca que se pongan de acuerdo y lo soliciten al estado que tomen medidas de este tipo.
¿Cuál es la importancia de implementar estas medidas?
Son clave. Las empresas necesitamos del patrimonio para mantener las instalaciones, medios económicos para reformar y reabrir en las mejores condiciones.
En cuanto al Gloria Thalasso & Hotels, ¿qué reformas realizarán?
Tenemos el deseo de reformar en gran medida el Gloria Palace San Agustín y Amadores, con una renovación importante, al igual que en menor medida el Gloria Palace Royal y el Gloria Izaro Club Hotel. En estos se hará una inversión para renovación de piscinas, bares, restaurantes y adaptar y mejorar el producto de cara a la apertura.
¿Hay miedo a invertir?
Hay incertidumbre en realizar esa inversión, las empresas que podemos acudir al crédito o creemos que podemos afrontarlo de acuerdo al tiempo estimado de cierre hemos tomadi una decisión valiente. No sabemos cuánto se va a prolongar en el tiempo, y podemos hacer un análisis a 12 meses y podrían ser a 24. Hay miedo e incertidumbre a que no se pueda afrontar en un futuro, porque a pesar de las previsiones, la situación se alargue en el tiempo.
¿De qué dependerá la supervivencia o la quiebra en el sector?
Las empresas dependerán del grado de endeudamiento que tengan y la posibilidad de financiación, tanto pública como de los bancos, y cómo se faciliten los gastos en momentos sin ingresos. Eso será determinante para aguantar el periodo de cierre y poder reabrir en condiciones.
Esta crisis la sufrirán en primer momento los autónomos y pymes que trabajan en hostelería y turismo, que sin ayudas o créditos no van a poder pervivir como pasó en 2008. Las medianas y grandes empresas que hayan llegado a esta crisis tras renovaciones e inversiones importantes con un alto grado de endeudamiento posiblemente no podrán mantener sus negocios.
¿Nos servirá la experiencia de 2008 para aguantar esta nueva crisis económica?
En 2008, empresas de hostelería que no pudieron afrontar la crisis acabaron cayendo en manos de la banca y luego puestas a disposición de fondos de inversión y fondos buitre. La administración pública debe financiar a estas empresas con dificultades para que no ocurra lo que pasó en 2008.
Es importante la medida de la CEAT de prolongar créditos hipotecarios y solo pagar intereses en este tiempo y no tener que poner en riesgo estas empresas.
¿El coronavirus marcará un antes y un después en los hoteles?
En los hoteles se irá implementando en comer en espacios abiertos, terrazas aireadas, más platos servidos desde cocina para evitar riesgos, más showcooking donde el cocinero entrega emplatado al cliente sin pasar por un espacio donde se interactúa con la comida. Este cambio puede llegar para quedarse o al menos tener más relevancia.
El sector turístico también ha tendido la mano en la crisis sanitaria, ¿cómo ha colaborado en la lucha contra el coronavirus?
Las cadenas hoteleras donaron los alimentos perecederos entre su personal o a ONG´s para ayuda social, y también hoteles que han servido como espacios alojativos para enfermos o personal sanitario o cuerpos de seguridad.
En el caso del Gloria Thalasso & Hotels, hemos cedido al Cabildo de Lanzarote el Gloria Izaro Club Hotel para alojar por el tiempo necesario, que fue una semana finalmente, a una veintena de ancianos de una residencia. Entre los residentes había dado positivo en COVID-19 un usuario y un sanitario y se decidió mover a los demás residentes al hotel para garantizar la seguridad y que la UME pudiese desinfectar el espacio.
Aunque las instituciones públicas tienen espacios municipales y públicos que pueden usarse para alojamiento y refuerzo sanitario y tiene medios para afrontar las crisis, el Gloria Izaro Club Hotel sigue a disposición del Cabildo para este tipo de situaciones si fuese necesario colaborar en ellas.







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