Esto es serio para jugar con la fiesta

Una pandemia global, Italia con negocios cerrados (excepto alimentación y farmacias), España buscando medidas extraordinarias para afrontar el coronavirus, Francia y Alemania a punto de llegar al nivel de Italia, líderes mundiales que evitan saludarse y afectados con el virus, eventos deportivos suspendidos, actos sociales clausurados, colegios sin actividad, pacientes en cuarentena, en la UCI, otros muertos desgraciadamente, médicos llamado a la cordura y pidiendo la suspensión del carnaval como prevención para evitar contagios y un colapso en el sistema sanitario, miles de ciudadanos sensatos reclamando la suspensión de la cabalgata y un concejal tozudo e incorregible pensando en la paz en el mundo y en más fiesta.

Es el momento de recordar por enésima vez que Alejandro Marichal (CC), ese mismo que ha secuestrado a la alcaldesa, que la mantiene en un segundo plano y es desafortunadamente la voz de este municipio, se ha ganado a pulso la medalla al peor gestor público que ha tenido este municipio en tan sólo 10 meses, y eso no era fácil. Un simple concejal de Urbanismo y Turismo que se estrena en política y sólo demuestra en cada acción lo desencaminado que está, perdido en su política sectaria, arbitraria y destructiva. Llegó la hora de que se marche si es consciente de los perjuicios. Los vecinos de San Bartolomé de Tirana no merecen un castigo así en lo que resta de legislatura. Se entenderá mejor a medida que pase el tiempo.

Se le fue de las manos

Pero de nuevo en el Carnaval y en esa visión acotada, entre las sandeces escuchadas estos días nos encontramos este miércoles con estas declaraciones en la La Provincia: “La Gala Drag no tiene ningún sentido cancelarla, tiene un gran impacto y es un entretenimiento pasivo para los presentes porque es sobre el escenario, no tiene un peligro excesivo”. Como es la primera vez que tiene responsabilidad en el carnaval, quizás pensó que el público se sienta en el escenario para ver el espectáculo, o desde el escenario los artistas no contagian al público o viceversa. Esto no hay quien lo entienda. Por otro lado, existe un equipo médico al que no se la ha consultado y un protocolo redactado en la etapa de NC para estos casos, como ocurrió con la Gripe A, donde el propio Ayuntamiento tomó las medidas oportunas con la clausura de eventos y cierre de instalaciones. Esta vez no han sido capaz de clausurar nada, sólo ofuscación con el jolgorio y la mascarada. Ha tenido que ser el Gobierno de Canarias quien aconsejara tomar medidas de protección a los ciudadanos.

¿Quién manda aquí?

Y llegamos de nuevo al continuo noqueo a la alcaldesa, Concepción Narváez (PSOE), la alcaldesa de San Bartolomé de Tirajana por si no lo saben aún. Si la regidora y máxima autoridad política informa en su perfil de Facebook y a través de un comunicado oficial que el grupo de gobierno ante la prevención en el contagio del coronavirus suspende todos los actos del Carnaval y aquellos con mas de 1.000 personas, a qué viene el concejal Marichal a decir en las redes sociales que el grupo de gobierno “ha decidido aplazar los actos del Carnaval que serán celebrados cuando pase la alerta sanitaria sobre el Covid 19”. Este concejal va de alcalde, de médico, o es que ya conoce el futuro de esta pandemia. Debería alguien en el partido recordarle la crisis económica que se avecina, los despidos temporales en la hostelería, la bajada prevista ocupación media, el futuro de este país con altas probabilidades que se repitan los episodios de Italia. Por hoy es suficiente, vaya recogiendo las sillas y desmonte el escenario por el bien de los ciudadanos que están más preocupados por la salud que por la fiesta, salir en la televisión. Ellos le han dado una lección sobre cómo tenía que haber actuado.