Llegó el patán de turno y pintó ésto. Ya podría tatuárselo. Seguro que no hay un zafio más profundo en los países afectados por el virus. Tuvo que ocurrir en el sur de la isla, en la autopista GC-1 a la altura de Pasito Blanco.
Recientemente el Cabildo de Gran Canaria, informó sobre la eliminación de 861 grafitis de la GC-1 y la GC-2, y pero los grafiteros vuelven a pintar 105 en las zonas restauradas. Uno más desde la noche de este viernes. El coste por eliminar todos los grafitis superó los 87.000 euros. Los grafiteros se muestran amenazantes porque tienen nuevos espacios para sus pintadas, mientras que la Guardia Civil investiga a los autores.
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