Suso, no te mueras

La Unión Deportiva de Las Palmas ya no es lo que era. Estos días su afición ha sido protagonista negativa por los cánticos ofensivos contra el capitán del Club Deportivo Tenerife durante el derby disputado el pasado sábado.

"Suso, muérete" cantaban los hooligans y ultras del equipo amarillo mientras la Unión Deportiva jugaba mal casi todo el partido y con un futbolista más.

Por si fuera poco, otros hinchas gualdazules desalmados rayaron el coche a Jonathan Viera, seguramente porque no entienden quéque un futbolista tiene que cumplir su contrato, aunque sea fuera de su tierra natal.

Viera salió de la Unión Deportiva Las Palmas tras fichar por un equipo chino por una pasta gansa. Hay aficionados que son tan totorotas que no pueden entender que un futbolista de élite se comporte como un profesional que se busca la vida y se alquila al mejor postor.

Esa liturgia que practican los futbolistas memos de enseñar el escudo de la camiseta y besarlo cada vez que meten un gol es más falsa que las noticias que propagan por la red los ultras de turno o que divulgan en sus panfletos digitales Eduardo Inda o Alfonso Rojo. 

Los futbolistas no quieren a una camiseta o un escudo, lo que quieren es hacerse millonarios en el menor tiempo posible, aunque sea jugando fuera de la isla a muchos miles de kilómetros y en un país con otra cultura y un idioma tan difícil como el chino mandarín. Claro que para jugar al fútbol no hace falta saber idiomas.

Lo que realmente besan los futbolistas es su cartera y su cuenta corriente, aunque esta imagen nunca la veamos por televisión.

En contraste con la afición gualdaazul, nos encontramos con la hinchada del Club Deportivo Tenerife que este martes pasado fue eliminado en copa por el Athletic de Bilbao en los penaltis tras una prórroga que concluyó con un empate a tres goles.

Los aficionados blanquiazules aplaudieron a rabiar al futbolista negro del Athletic de Bilbao Iñaki Williams, quéque  la semana pasada fue objeto de racismo por parte de la afición del Espanyol de Barcelona.

Williams, muy emocionado, agradeció a la parroquia chicharrera el gesto. En este caso los hinchas del Tenerife se rayaron un millo. El derbi canario acabó en empate a cero aunque el vencedor moral fue el Tenerife, que jugó más de una hora con un jugador menos y encima en campo del adversario.

Deportivamente volvió a ganar por su juego limpio, sus pancartas de apoyo a Iñaki Williams y su ovación cerrada que se divulgaron por televisión a todo el mundo.

En el deporte ganar o perder debería ser lo de menos porque lo importante realmente es participar de manera correcta y educada. Los vecinos tinerfeños han dado esta vez una lección a la hinchada de Las Palmas.

Todavía hay cosas que debemos aprender de nuestro vecino y eterno rival. Al fin y al cabo solo se trata de un juego, aunque para algunos exagerados parece que es algo de vida o muerte.