Se apagan las luces, llega la realidad

Por fin se acabaron las fiestas navideñas. Es un decir. Se apagan las luces de los árboles hogareños y el alumbrado público: llega la realidad. Hemos esperado a que nos abandonara el espíritu navideño cargado de buen rollo cínico y defecar el roscón, es hora de ventilar algunas cuestiones.

Confiamos en que la gestión de los primeros 6 meses de gobierno del cuatripartito local haya sido reconocida por los Reyes Magos. Al menos concejalas y concejales se han premiado con vehículos nuevos de alta gama (esos que empiezan con matrícula LBR, LDL), y lo habitual en cualquier carta a los monarcas de oriente: trajes para lucirlos en los actos, bolsos para selfies y ofrecer una imagen culta y comprometida con los intereses ciudadanos, móviles nuevos para inmortalizar los momentos más cursis de las influencers del gobierno, pero pocos libros y cartillas. Mucho Facebook y pocos libros. Mucho Facebook y pocas notas de prensa. Mucho Facebook y pocos medios de comunicación. ¿Es así la política de comunicación, como si estuviéramos en la ESO, los que pudieron ir?

Entre los fallos que se corrigieron a tiempo se encuentra este cartel que anunciaba en la vía pública la Cabalgata de Reyes para el día 5 de diciembre, otro fallo más de “imprenta” como aquella despedida del año 2020 que algunas neuróticas "impastilladas", perdidas en su universo intentaron replicar sin éxito. Que por payasas de pueblo no sea y que por concejales que le sigan el juego ofreciendo "colaboración" tampoco.

El lapsus se corrigió, esta vez sin el bando municipal aprobado el 18 de diciembre de 2019. A Propósito, fecha de la Junta Local de Seguridad donde se aprobó el Plan de Seguridad, que no se ha respetado en muchos aspectos. Entre ellos, y en breve ampliamos porque, en la noche de fin de año en San Fernando fue irregular el servicio de ambulancias (menos mal que no pasó nada), que solo contó con dos vehículos de dos empresas diferentes, algo inusual hasta que descubrimos la relación con una concejal, donde una de las unidades no contaba con las características asistenciales que recoge la normativa para trasladados urgentes a centros hospitalarios, en definitiva que solo era una especie de guagua para llevar a enfermos a consultas médicas y non pintaba nada en un evento, cuando el plan establecía una unidad Medicalizada y otra de Soporte Vital Básico. Por otro lado, el aforo se superó en más de 1.000 personas. Bien por la participación y la diversión, pero muy peligrosa e irresponsable para los que allí estuvimos ante cualquier incidencia y encima con escasos recursos sanitarios... continuará.