La patronal se llama María Cristina

Como María Cristina, los empresarios quieren gobernar y algunos dirigentes políticos lessiguen la corriente porque no quieren que diga la gente que la patronal nos quiere gobernar.

Se supone que España es una democracia y esta consiste en que la gente elige a sus gobernantes. Sin embargo, el hipotético futuro Gobierno de España no gusta a la cúpula empresarial, como si la cúpula empresarial fuera la gente. Es solo una ínfima parte de la gente, generalmente la que mejor vive.

La patronal y los partidos de derecha coinciden en muchas cosas y parece que una de ellas es ser la correa de transmisión de los otros o más bien los otros aparentan ser la correa de transmisión de la una.

Los dirigentes de derecha se han reafirmado en que no quieren saber nada de Pedro Sánchez y que no van a pactar con el Partido Socialista ni siquiera la investidura, pero a la vez claman al cielo y se rasgan las vestiduras, algo muy propio de fariseos, cuando los socialistas deciden pactar por fin con su izquierda, que es mucho más lógico que si pactara con su derecha, a no ser que el socialismo no sea izquierda.

Los partidos conservadores están ahora con la matraquilla de que el PSOE va a pactar con comunistas (no veo a la juez Rosell muy comunista) y se va a valer de “independentistas que rompen España” para conformar un gobierno. Si antes de conformar gobierno las críticas son de este jaez, habrá que ponerse un casco para después.

La derecha siempre ha tenido la idea de que la izquierda -llámese socialista o comunista- y los nacionalismos exacerbados son los responsables de la destrucción de España. Eso es porque no se han puesto a pensar que muchos de los que roban son correligionarios suyos. De hecho, hay unos cuantos que han sido imputados, procesados y encarcelados por llevarse el dinero público a espuertas.

La patronal se hace la loca porque un antiguo presidente llamado Gerardo Díaz Ferrán también está en prisión por estafas y robos. Era aquel que decía que los empleados españoles teníamos que trabajar más y cobrar menos mientras él se forraba ilícitamente.

Siempre están con la letanía de que un gobierno de izquierdas con nacionalistas podría romper España pero nunca se paran a pensar que lo que realmente rompe España es la corrupción y el latrocinio de la que ellos son responsables en buena medida.

Que se dejen ya de demonizar a la izquierda y a los nacionalistas y que dejen de asustar a la gente anunciando que viene el coco. Hasta ahora muchos de esos cocos hay que buscarlos entre la dirigencia de partidos de la derecha, empezando por ministros de Aznar, ex presidentes de comunidades autónomas correligionarios de Casado y algunos empresarios sinvergüenzas que no representan más que a sus propios intereses.

Habrá que explicar a estos granujas que la democracia no es colocar a dedo a su gente para defender sus espurios intereses; la democracia es el poder del pueblo y no el de sus clases dirigentes más ricas. Algo tan simple que no son capaces de entender.