Si ayer repasábamos un problema histórico en Playa del Inglés que daña la sensible imagen turística en el peor de sus momentos, hoy nos mantenemos en la misma zona para añadir otro de los incidentes que mas afectan a sus calles: las altas velocidades.
Playa del Inglés es un circuito de carreras donde motocicletas, turismos, taxistas y guagüeros compiten cada día. Un vecino de la Avenida de Gran Canaria nos explica como exceden estas velocidades a diario poniendo en riesgo la seguridad del resto de conductores y de los mismos transeúntes.
Lo más gracioso es que puesto en contacto por enésima vez con el Ayuntamiento para solicitar al menos unos guardias muertos o pasos de peatones elevados como solución, se niegan porque produciría un impacto sonoro en toda la zona turística. ¿Es que ese mismo impacto, si existiera, lo tenemos que sufrir solo en las zonas residenciales?
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