Hay quien dice que estas elecciones son para elegir al próximo presidente de España. Quienes afirman que lo que se decide es, si continúa como presidente Zapatero o la derecha logra colocar a Rajoy como inquilino de la Moncloa. Las argucias del PP para captar el voto van, desde prometer pensiones de 1500 euros para los jubilados mayores de 70 años, a un ministerio de la familia que no se si, en el plano de protagonismo que han adquirido, querrá presidir un obispo. Pero por el lado del PSOE, también se lanzan promesas que ya lo fueron en aquellas otras elecciones del 2004 y que para mujeres, jóvenes, desempleados y otros sectores han quedado durante estos años en un veremos que, hasta ahora, se ha materializado en unas cuantas leyes estrellas y poco más.
Claro que hay que frenar toda posibilidad de que la derecha gobierne en España, pero con esa misma firmeza y claridad somos muchos los que mantenemos que, sólo dependiendo de apoyos puntuales y externos, el PSOE se verá en la obligación de gobernar en clave progresista. No es cierto que votar al PSOE garantice por sí mismo políticas propias de la izquierda, como tampoco hay garantía alguna de que los socialistas canarios no pacten con la derecha de aquí, ATI-CC, para tocar poder en Tenerife, al menos si ganan por mayoría absoluta las generales el próximo 9 de Marzo.
Es necesario que una fuerza política como Nueva Canarias tenga representación propia en el Congreso y Senado español. Y lo es por muchas razones, entre ellas, aquellas que apuntan a que no vale sólo con que se diseñen políticas económicas y sociales de orientación progresista, al menos, si éstas no tienen un claro encaje en Canarias. A los canarios y canarias no nos vale con anexos en los programas de PP y PSOE, como tampoco nos han valido los parches con que han querido contentarnos en políticas concretas los gobiernos estatales de turno. No puede ser que en Canarias, a pesar de determinados incentivos o políticas de protección, la cesta de la compra siga en niveles abusivos que ahogan, aún más, las economías familiares. No puede ser que nuestros mayores tengan una de las pensiones más bajas del Estado, que los salarios de los canarios sean los peores, que el nivel de desempleo se haya disparado en los últimos años a niveles de épocas de crisis abierta. No puede ser que España se lave las manos en materia de inmigración, que apenas movilice a sus responsables de política exterior para evitar una guerra en el cercano Sáhara o que siga sin querer delimitar unas aguas canarias por las que pasan todos los años miles de barcos con mercancías peligrosas. No vale con decir que hay competencias transferidas a Canarias que tampoco funcionan, cuando son aquellas otras competencias, las que quiere en exclusiva y para sí el Estado, las que sería clave que estuvieran en manos de los canarios para dar salida a muchas problemáticas. Otro gallo cantaría si no tuviéramos que estar exigiendo dineros al gobierno estatal porque lo que aquí recauda los administráramos nosotros. Otra sería la realidad de la inmigración que nos llega del cercano continente, si Canarias pudiera tener su propia política exterior en Africa. Y así muchas asignaturas que el gobierno central dejará pendiente siempre, al menos si no hay presión desde Canarias y desde una representación nacionalista canaria en las Cortes generales.
Sin la presencia de Nueva Canarias en el Congreso y Senado español, sin una voz nacionalista canaria que tenga poder de influencia sobre el gobierno y sus ministros, precisamente porque su voto sea de gran valor para Zapatero, no habrá políticas progresistas que valga para Canarias. Sin una representación canaria en las Cortes habrá que padecer, otra vez, el ninguneo e insensibilidad más que repetida de técnicos y burócratas de la administración central, a los que una y mil veces hay que estar recordándoles nuestras especificidades. Los problemas y demandas de los canarios y canarias cuentan, cuando el valor de su representación en las Cortes generales cuenta. Las soluciones a los problemas canarios se han acelerado cuando la presión de los representantes nacionalistas canarios se ha hecho presente, sencillamente porque los diputados/as de PP y PSOE no son interlocutores válidos ante el gobierno central, sino meros componentes de comisiones de variada naturaleza pero nula relación con los temas canarios. ¿Es que acaso mejoró la saturada y desbordada realidad de la administración de justicia en Canarias mientras el señor López Aguilar fue ministro?¿Es que acaso se conoce siquiera los nombres de los diputados canarios que PP y PSOE han tenido en el Parlamento español estos últimos cuatro años?
Nueva Canarias debe contar en las elecciones del próximo mes de Marzo con el apoyo de los grancanarios. Que el PSOE no barra preferentemente para Cataluña, Andalucía y Extremadura depende de que los canarios tengamos nuestra propia voz y que nuestro voto tenga valor. Que el PSOE gobierne en clave progresista y tenga que garantizarse el apoyo de otras fuerzas políticas para gobernar sin soberbias ni prepotencias centralistas, llama a darle más utilidad al voto y a apoyar la candidatura de Marino Aludan al congreso y de José Mendoza y Juan Martel al Senado por Gran Canaria. Nueva Canarias va a tener la posibilidad de ser clave para la gobernabilidad de España y por primera vez en la historia democrática reciente, del voto de un grancanario pueden depender muchas cosas en el futuro panorama político español. Usted decide.
Fdo: Gloria Cabrera Calderín
Concejala de Servicios Sociales del M.I.Ayto. de Telde y Miembro del consejo político Nacional de Nueva Canarias







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