Por el momento

Pocas novedades que contar sobre los pactos. Están ustedes mejor informados porque en la calle, en el ambiente están las especulaciones y hasta que no haya algo firme, mejor permanecer atentos. Los veteranos están eufóricos, es como si les hubiesen inyectado una dosis doble de taurina. Ramón Araña es uno de ellos, es como si le hubiese tocado la lotería pero sin repartir champán. Aquel taxista que llegó a concejal de Transporte, no le cabía el bigote en la boca durante la presentación del pacto. Ya tenemos un candidatable asesor con miles de horas de experiencia al volante para lograr un mejor futuro al municipio turístico. Por otra parte, lo de siempre, ya aparecieron los "pelotas", los que se acercan para felicitar, para revelar que habían votado al partidio (con sonrisa inluída)...en definitiva, lo de siempre.

Respecto a Narváez, ha demostrado que tiene madera política. Tenía sólo 33 años y fue alcaldesa, ahora vuelve rodeada de socios con un objetivo claro, compartimos una parte. La agrupación local había pasado por uno de los baches más importantes de su historia durante los últimos años. La peor legislatura encabezada por Pilar Grande, quien a pesar de la frustrante gestión en la oposición, los malos resultados en el partido y su lamentable currículo cuando estuvo de concejal de Sanidad (mejor no dar más detalles) se mantiene perenne y reaparece por arte de magia para fotografiarse hasta con su peor enemigo. Ya es hora de desaparecer y dejar a los nuevos. Pero nos interesa más Narváez, ha sabido mantener las negociaciones oportunas para llegar de nuevo a la Alcaldía aunque queda el último paso: la investidura. Confiamos en que esta vez no se olviden entregarle el bastón de mando.