La venta clandestina de lo que se ha denominado habitualmente “mantas y calderos” con destino a los usuarios alojados en los establecimientos turísticos, con ocasión de la práctica de ciertas excursiones programadas, casi se ha convertido en un problema crónico en nuestras zonas turísticas, rebotando de forma periódica al modo de una mala enfermedad.
Contra ello lleva la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Las Palmas (FEHT) lucha desde hace años, en los que ha instado a las diferentes administraciones actuaciones contundentes "que contribuyan a erradicar esta lacra que, sin duda alguna, daña la imagen de nuestro destino", han afirmado en un comunicado.
Desde hace un tiempo se ha notado un "recrudecimiento" de esta actividad, en gran parte después de que el presidente de la Asociación de Alojamientos Turísticos de Las Palmas y vicepresidente de la FEHT, Tom Smulders, haya liderado una serie de actuaciones contra este problema (incluido el reparto clandestino de folletos en los establecimientos).
Las reuniones con responsables municipales, del Gobierno de Canarias, Fuerzas de Seguridad del Estado y administración tributaria, se han sucedido de forma reiterada, si bien se ha evidenciado muchas dificultades que ha impedido la consecución de los logros deseado, añade la nota.
En este sentido, la FEHT señala que "la falta de los necesarios instrumentos normativos a nivel municipal; la falta de información acerca del lugar donde se habría de materializar las ventas; las dificultades para verificar la identidad de los responsables, son mayormente muchos de las circunstancias de no haberse podio erradicar el problema".
Pese a todo, Smulders ha puesto de manifiesto que no "cejará en su empeño de buscar una solución al mismo, implicando nuevamente a quienes tuvieran alguna competencia para dar cumplida respuesta a todo ello".





Ana B | Viernes, 30 de Noviembre de 2018 a las 14:55:30 horas
Lo primero que deben hacer es prohibir/perseguir sus folletos de publicidad que colocan en cada esquina de las zonas turísticas y que la mayoría acaba en el suelo. Así se les acababa el negocio y de paso limpiábamos nuestro municipio.
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