El príncipe de Baréin, huésped de honor en el Lopesan Villa del Conde

El príncipe de Baréin, Nasser bin Hamad Al-Khalifa, se convirtió en el cliente estrella del hotel Lopesan Villa del Conde durante el pasado fin de semana, tras su corta visita al sur de la Isla para competir en la prueba de Triatlón Gloria Challenge Mogán Gran Canaria 2017, deporte al que es un gran aficionado.

Acompañado de un séquito de 45 hombres que venían desde el aeropuerto en 10 limusinas y 10 furgonetas de alta gama, el príncipe accedió al Lopesan Villa del Conde el pasado jueves por la tarde por una puerta lateral para evitar a los Medios de Comunicación. Allí fue recibido por el consejero delegado de Lopesan, Francisco López, y el equipo directivo del establecimiento de 5 estrellas, Mapi Orihuela y Eduardo Martínez, quienes le dieron la bienvenida y le expresaron su predisposición ante cualquier petición durante su estancia.

Un total de 45 habitaciones individuales fueron ocupadas por su comitiva, entre personal de protocolo, equipo deportivo y médico, mientras que Al-Khalifa, que en un principio había elegido la suite real, se decantó finalmente por otra suite que cumplía de una manera más estricta con los requisitos de seguridad y que contaba con jacuzzi privado. Sobre su cama le esperaban sus antojos más deseados cuando viaja: dátiles, chocolate y refresco de cola.

Tratándose de una visita de carácter deportivo, en su habitación tampoco faltaron una cinta de correr y una bicicleta estática, que fueron previamente solicitadas al hotel para que éste pudiera cumplir con su plan de entrenamiento junto a su preparador físico, de nacionalidad española, con el que también salió a correr horas después por el paseo de Boulevard El Faro. Por la noche, una cena halal al más puro estilo tradicional fue servida en su habitación.

Durante la jornada del viernes, día previo a la prueba de triatlón, el representante del Estado del Golfo Pérsico combinó el entrenamiento físico con el ocio en la playa de Anfi, donde pudo comprobar el buen clima del que goza el sur de la Isla. Tras un fugaz encuentro con el consejero de Deportes del Cabildo, Ángel Víctor Torres, disfrutó de una comida con su séquito en un restaurante de esa misma playa y de unas horas de relax para luego retornar al Lopesan Villa del Conde, donde le esperaba una cena ligera, compuesta por arroz blanco hervido y pechuga de pollo a la plancha.

La estancia de su majestad en Gran Canaria culminaba el mismo día de su participación en la prueba, la cual finalizó con un gesto patriótico al alzar la bandera de su país cuando llegaba a la meta. Horas después, los hombres del Reino de Baréin partían rumbo al Golfo Pérsico.