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Otro nacionalismo canario en las Cortes

Lunes, 26 de Noviembre de 2007
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Hay quienes al parecer desean que el debate político en las Cortes generales en los próximos años sea sólo una cuestión de dos; quienes verían con buenos ojos otra legislatura de encarnizado duelo donde sólo PSOE y PP tengan voz y poder de decisión. El Partido Socialista Obrero Español ansía gobernar en solitario y no tener a nadie ni a su izquierda ni en el centro. El Partido Popular, sabiéndose ya partido de oposición si no pacta, sólo espera contar los votos que en esa noche de marzo pueda ofrecerle, sumisa y desesperadamente, la derecha que también representan CIU y ATI-Coalición Canaria. El bipartidismo en España nunca ha sido una buena opción y menos ahora, enconadas y peligrosamente alimentadas como están algunas posturas. Tal vez sea cierto que algunas opciones nacionalistas han ofrecido un espectáculo más centrado en el mercadeo y su papel conseguidor, que en la búsqueda de consensos y el necesario acuerdo que la solución de los grandes temas que afectan al conjunto de los ciudadanos del Estado demandan. Pero no nos dejemos engañar, también los partidos españolistas han ofrecido prebendas a unos sobre otros a cambio de mantener el poder. Catalanes, vascos, madrileños y andaluces saben mucho de eso. Quienes en su momento entendimos que para negociar en mejores condiciones con el Estado los canarios teníamos que tener más fuerza y más voz que la que representaban los diputados del PP y PSOE, apostamos por fortalecer el nacionalismo canario en el Congreso y Senado español. Los hechos nos dieron la razón. En pocos años se demostró que ser necesarios en el recuento aritmético final para que otros gobernaran en España, terminaba significando que las demandas canarias tuvieran otro eco, otra respuesta y otra determinación. Triste pero real, irrebatible aunque se niegue, pero prueba de que la consideración y el conocimiento que se tiene de y a Canarias en otras latitudes sigue teniendo tintes de otras épocas, algo tienes, algo vales. Los hechos también vinieron a dar la razón a algunos que insistían que en el seno de ese esfuerzo colectivo de superación y unión que intentaba ser aquella gran coalición, los había que no habían superado aún ciegos prejuicios, disfrazados vicios e insulares fobias; que no habían asumido que había que pensar en clave de país, que no se habían desprendido de oscuros intereses y extrañas compañías. Por fortuna las muchas decenas de miles de canarios que siguen firmes en su convicción de que un nacionalismo canario fuerte aquí y en Madrid son necesarios, sigue estando ahí, pendientes de un nuevo impulso. Por convicción somos muchos los que seguimos empeñados en que el destino de Canarias no será el mismo si no participamos de él con plenitud de fuerza los canarios, como también somos mayoría los que pensamos que el proyecto de convivencia que representa el actual escenario español tampoco será el mismo si queda de la mano sólo de los llamados estatalistas o de éstos y su confrontación con otras sensibilidades nacionales que hay en el Estado español. Canarias necesita un nacionalismo con un acento distinto en las Cortes, un nacionalismo consecuente no ramplón, un nacionalismo dialogante y constructivo pero al tiempo ni limosnero, ni sumiso, ni victimista, ni vacío en su condición. Canarias necesita allí un nacionalismo que barra para casa, para las siete islas, sin ansias de hegemonismos, sin objetivos de discriminación; un nacionalismo que entienda que ser canario no es una etiqueta folclórica o una coartada para la extorsión, sino una condición. Canarias necesita un nacionalismo respetuoso con el marco constitucional, pero capaz de reivindicar con valentía y seriamente cualquier superación de éste porque sea para provecho de las islas, sin ansias por ello de confrontación y sobre todo con posiciones basadas en principios razonables y de este tempo, no en estrategias de evasión, discursos vacíos o proclamas periodísticas de cara al salón. En marzo Canarias debe tener fuerza y voz nacionalista en el Congreso y en el Senado español. La aritmética va a contar de nuevo a favor de Canarias, pero esta vez sin mercadeos ni sumisión, esta vez con la presencia de un nacionalismo dialogante y de consenso, pero a la vez de firmes objetivos y convicción. Nueva Canarias va a ser esa voz en las cortes del Estado español. · Aureliano Francisco Santiago Castellano es presidente de la Ejecutiva Local de Nueva Canarias-Nueva Gran Canaria en Telde.
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