Llega el nuevo Bachillerato

En estos días el Consejo de Ministros aprobó el Real Decreto que regula el bachillerato, que entrará en vigor en 2008/2009, en el caso del primer curso, y en 2009-2010, en el caso del segundo curso. Habrá tres modalidades de Bachillerato: Humanidades y Ciencias Sociales (como en la actualidad); Ciencias y Tecnología (volvemos a la misma concepción del Bachillerato de Ciencias) y Artes con dos posibles vías: una referida a Imagen, Artes plásticas y Diseño, similar a la actual, y una nueva, referida a la Música, la Danza y las Artes escénicas. En el diseño de esta modalidad se contemplan aspectos relacionados con las artes escénicas, con la historia, el análisis y la estética musical, así como el estudio del mundo audiovisual y los fundamentos científicos del movimiento y la danza. Hay novedades también como por ejemplo el hecho de que los alumnos que aprueben más de la mitad de las materias de primero pero no estén en condiciones de promocionar de curso podrán consolidar ese resultado y repetir sólo las asignaturas suspensas. Esta quizás ha sido una de las novedades con más polémica. Otra propuesta es la que recoge la introducción de la nueva materia, Ciencias para el mundo contemporáneo. También apuesta por la flexibilización y permite que los alumnos completen la modalidad elegida o la refuercen. Entre las materias comunes de bachillerato se considera una de ámbito científico, Ciencias para el mundo contemporáneo, que permitirá a todos los alumnos conocer los fundamentos de cuestiones científicas relevantes en el mundo de hoy, con varios bloques temáticos; "Nuestro lugar en el universo"; "Vivir más, vivir mejor"; "Hacia una gestión sostenible del planeta"; "Nuevas necesidades, nuevos materiales"; y "La aldea global. De la sociedad de la información a la sociedad del conocimiento". Se trata de campos científicos muy cercanos a la vida cotidiana donde se le da al alumnado todo lo relacionado con la cultura científica necesarias para entender cuales son sus fundamentos y modos de funcionamiento. Asimismo, en uno de los dos cursos de bachillerato se impartirá la también nueva asignatura de Filosofía y Ciudadanía (muy relacionada con la Educación para la Ciudadanía de la ESO), cuyos contenidos son los propios de los ámbitos de la filosofía, además de otros relacionados con filosofía moral y política. El resto de materias comunes son: Educación Física, Historia de la Filosofía, Historia de España, Lengua castellana y literatura, Lengua extranjera, y Religión (para los alumnos que la deseen). Supongo que en esta línea pronto tendremos alguna declaración y posicionamiento en contra de la Iglesia Católica liderada por los Señores Rouco Varela, Cañizares, Martínez Camino, etc. (si se dan cuenta he obviado al "bueno" de Blázquez, presidente real de la Conferencia Episcopal, el cual , por supuesto, no comparte las ideas de los anteriores citados arzobispos). Es novedoso también que se flexibilice la estructura al permitir que un alumno de una modalidad pueda contabilizar entre las seis materias de modalidad requeridas una que corresponda a una modalidad diferente de la elegida. Asimismo se posibilita que el alumnado que lo desee pueda reforzar la modalidad elegida cursando como materia optativa una séptima materia de la misma modalidad. Se atiende de esta manera tanto al alumnado que quiera completar su formación con materias de otros campos de conocimiento como a aquellos otros que desean completar la modalidad con un mayor número de materias de un mismo campo de conocimiento. Pero como decíamos al principio la mayor y más polémica de las novedades es la de la promoción de primero a segundo. Es decir, existirá ahora la posibilidad de que el alumno que no esté en condiciones de promocionar a segundo pero que haya superado más de la mitad de las materias de primero, pueda no repetir el curso en su totalidad, sino que podrá concentrar sus esfuerzos en las materias no superadas y completar su jornada escolar con materias de segundo. Vamos, que acostumbramos al alumnado de Bachillerato al mismo sistema que encontramos en la universidad con el sistema de créditos, y donde hay alumnos en tercero con asignaturas de primero segundo, y posiblemente alguna de cuarto. Esto les va a permitir terminar primero e ir avanzando en segundo, con lo cual se estimula más al alumno para continuar sus estudios con más seguridad. Claro que planteo mis dudas a nivel organizativo para hacer realidad esta cuestión. Me refiero a horarios de los grupos, horarios del profesorado, distribución de aulas, etc. Pensamos que el alumnado no podrá elegir a la carta las asignaturas de segundo, todo dependerá que no les coincidan las horas con las de primero que van a repetir. A no ser que la Consejería nos amplíe el número de docentes para atender a esta medida, cosa que dudamos muchísimo. Por cierto, ¿dónde matriculamos a estos chicos, en primero o en segundo? Confiamos que este tipo de cuestiones se vayan aclarando si queremos un bachillerato que tienda a la excelencia y al esfuerzo. Por último, mi posicionamiento respecto a este bachillerato es claro: da más posibilidades y más opciones para que el alumnado pueda superar esta etapa, en la que hay un abandono muy elevado, y por lo tanto abre nuevas expectativas para los alumnos con más problemas y dificultades en terminarla, y por la misma razón, se motiva más al alumnado para que la termine. En definitiva, contribuirá a disminuir el nivel de abandono escolar, pues facilitará que los alumnos no tengan que repetir las materias ya aprobadas y de este modo se favorecerá la obtención del título. No quería despedirme de estas líneas sin recordar que la gran reforma de la enseñanza en este Estado esta aún por venir: nos referimos a una revolución en lo pedagógico y en lo didáctico que nos haga salir de los puestos bajos de cualquier encuesta - clasificación que se realice en los países y estados de nuestro entorno, como lo fue en su día los indicadores del Informe PISA o las encuestas de la OCDE. Para todo ellos haría falta mucha mas inversión en educación, medidas de atención individualizada a los estudiantes, y no creando "enciclopedias andantes" sino alumnado capaz de crear sus propios contenidos sin estar basados únicamente en la memoria expositiva.