Desde hace meses estamos asistiendo a un estado de placidez o quizás a una situación más propia de Alicia en el País de las Maravillas en la isla de Gran Canaria y en su capital, Las Palmas de Gran Canaria, tal cual se desprende de la información que emana de algunos medios informativos, de tal modo que mientras ambos gobiernos, el de la Isla y el de la capital son "modélicos", al decir de los mentores, el autonómico no está a la altura de las circunstancias y es el culpable de todos nuestros males. Sin embargo, la realidad es bien distinta y en ocasiones ambos gobiernos, el insular y el capitalino, tienen sus fugas de agua.
Sin ir muy lejos, cuestiones ahora polémicas pasan sin pena ni gloria. Así, el pasado 10 de septiembre la Demarcación General de Costas en Canarias publica en el Boletín Oficial de la Provincia de Las Palmas su anuncio donde explicitaba que se iba a proceder a la ejecución de las obras del proyecto de aprovechamiento de arenas en la zona de Pasito Blanco para la alimentación de las playas de Gran Canaria, y daba a su vez un plazo de 20 días para que quienes se consideren afectados procedan a examinar el proyecto y presentar las alegaciones que estimaran oportunas.
De acuerdo con el anuncio, se quiere dragar arena de los fondos marinos para la regeneración de varias playas de la Isla. El lugar concreto que se baraja está a una distancia de tres millas al SO de Pasito Blanco, una zona catalogada como LIC (Lugar de Importancia Comunitaria), y protegido por la directiva Hábitat, además de estar inmersa en la zona de transición marina de la Reserva de la Biosfera de Gran Canaria, promovida por este Cabildo en el 2005. Lo que significa que es esta Institución la responsable de la gestión y conservación de los espacios naturales.
El anuncio es una vuelta a la carga de un proyecto, que anteriormente se paralizó ante un informe de la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias que en septiembre de 2006, teniendo en cuenta los valores o factores ambientales presentes, las posibles o previsibles consecuencias ecológicas en las citadas zonas, consideraba que se deberían realizar estudios rigurosos que permitieran una evaluación adecuada de ellos y en su caso, estudiar zonas de extracción alternativas a la propuesta.
Pues ante este tema polémico, el Cabildo ha hecho mutis por el foro, el único que se ha preocupado ha sido el colectivo Ben Magec, que solicitó que se paralizase el proyecto ya que carece de estudios y afectaba a un espacio natural, a la vez que su portavoz señalaba "que dicho anuncio obedece a intereses empresariales de determinadas empresas afines al Partido Socialista" .
En conclusión, mientras se demuestre lo contrario el dragado de arena de la zona de Pasito Blanco podría afectar de forma irremediable a la costa y dunas de Maspalomas, pudiendo incluso acelerar la desaparición del campo dunar.
¿Y mientras qué hace el grupo de Gobierno del Cabildo liderado por PSOE y Nueva Gran Canaria? Que se sepa nada. No ha presentado alegaciones al proyecto y a una pregunta de quién suscribe en el último pleno del Cabildo celebrado el pasado 26 de octubre sólo contestó que había tenido una conversación con el director de la Demarcación de Costas y le había comentado que se iban a realizar catas, pero eso no es lo se que vislumbra en el anuncio. Ante esto me pregunto ¿es ésa la manera que propone el Grupo de Gobierno del Cabildo para defender los intereses de Gran Canaria? Que saquen los lectores sus propias conclusiones.
MANUEL LOBO / CONSEJERO DE CC EN EL CABILDO DE GRAN CANARIA.
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