Empleo turístico: tres matizaciones

Dado que el Turismo es uno de los únicos sectores que marcha bien en Canarias es lógico que se debatan varias cuestiones con referencia al empleo que genera, desde la incidencia del Turismo en el empleo actual, el potencial de creación de nuevos empleos que tendría este sector, hasta la calidad de los mismos. Este post matiza tres aspectos cuantitativos de dicho debate actual:

1) La demagogia del eslogan "crear 'x'-mil nuevos empleos"

Desde el 2008 constantemente oímos este eslogan político anunciando miles de nuevos empleos.  Pero, ¿se refiere a trabajo puntual, estable o simplemente al número de contrataciones? El empleo nuevo puntual es de tipo temporal debido, por ejemplo, a una subida de producción, siendo previsible que vuelva a bajar (saldo positivo de empleo a corto plazo); el empleo nuevo estable está creado por una subida de la demanda del mercado que se prevé se mantenga en el tiempo (saldo de empleo positivo a largo plazo); las contrataciones sólo reflejan el número de contratos efectuados sin tener en cuenta el polo opuesto: las terminaciones de contratos y los despidos (el saldo de empleo no es necesariamente positivo, pudiendo incluso ser negativo).
Un ejemplo para estas interpretaciones fue el anuncio del Ejecutivo canario de crear 80.000 empleos ligados al Turismo en enero del 2010, sin matizar a qué tipo de empleo se refería. En enero del 2013 volvió a anunciar 80.000 nuevos puestos, cuando, paradójicamente, la EPA entonces contabilizaba 84.430 parados más que en el 2010. Sin embargo, el Ejecutivo incluso llegó a argumentar que sí se habían efectuado 80.000 nuevas contrataciones en dicho periodo. Por ello, es necesario matizar bien lo de "crear empleo", pues da lugar a muchas interpretaciones y a demagogia populista.  

2) ¿El sector hotelero no genera suficiente empleo?

Los reiterados anuncios del Ejecutivo canario de crear miles de empleos a través de la rehabilitación alojativa y una supuesta diversificación económica han resultado ser erróneos pues la renovación apenas crea empleos netos nuevos y la diversificación de la economía canaria tiene un potencial muy limitado. En consecuencia, desde la política se necesitaba desviar la atención de los errores de planificación y, por tanto, se apuntó al hotelero, el máximo generador de trabajo directo vinculado al turismo, como culpable de una presunta menor contratación a la necesaria.

Durante las últimas semanas hemos llegado a oír acusaciones contra el empresario hotelero como una supuesta explotación sistemática del trabajador o la contratación mayoritaria de inmigrantes, e incluso afirmaciones apocalípticas de que el Turismo no generaría riqueza local. La mayor parte de estas acusaciones faltan a la objetividad e incluso a la verdad. De hecho, es falso afirmar que el sector hotelero no contrata personal, cuando es el único subsector que tiene más trabajadores afiliados a la Seguridad Social en comparación con el inicio de la crisis (2006: 95.772 / 2013: 103.243), según se desprende de los datos de Jorge A. Marichal (Ashotel). En definitiva, si el sector hotelero no contrata más es porque ha llegado a sus límites.  

Otra cuestión muy diferente es la "calidad" del empleo generado a partir de la crisis. Nadie duda de que la precariedad laboral ha aumentado en todos los sectores en general. Sin embargo, en el "saco de la precariedad" se suelen meter cuestiones de muy diversa índole (mayor temporalidad contractual, más jornada parcial, externalización de tareas, economía sumergida, uso excesivo de practicantes, sobrecarga de tareas, etc.), que a su vez tienen diferentes orígenes: la temporalidad y la externalización están influidas por el rígido marco legal laboral, mientras que la economía sumergida y la sobrecarga de tareas sí son achacables al mal-hacer de algunos empresarios, algo que, sin embargo, no puede ser considerado como una práctica habitual del sector. En todo caso, la erradicación de estas prácticas no la asegurarían una plantillas mínimas, sino más bien las inspecciones laborales, la prevención de riesgos laborales, etc. (=mecanismos que ya existen).

3) El Turismo genera el 35,2% de los empleos en Canarias... ¿solamente?

El estudio IMPACTUR Canarias 2013, presentado por Exceltur el mes pasado, mostraba la incidencia del turismo en el PIB canario en el 2013, situando la participación del turismo en la economía en el 31,2%, lo que representa el 35,2% del total del empleo del Archipiélago. Estas conclusiones se derivan de la suma de los empleos directos (24,8%; recepcionistas, guías, etc.) y los empleos indirectos (10,4%; p.ej. la producción industrial destinada al consumo turístico).

Sin embargo, aparte de la relación directa e indirecta, existe una tercera forma de vinculación al Turismo, los empleos inducidos (o derivados), es decir, las actividades derivadas que no existirían sin las actividades “motor”. Las actividades "motor" son actividades económicas que están respaldados por una demanda real del mercado, que en Canarias son el turismo, la construcción, la producción industrial y agrícola destinada a la exportación, la actividad portuaria y poco más, predominando entre ellas claramente el Turismo.
A los empleos directos e indirectos se suman los empleos inducidos que se derivan del volumen poblacional, es decir, que fundamentan su función en suministrar servicios a la población derivada de las actividades "motor" (producción industrial y agrícola destinada al consumo residente, administración, educación, transportes, ocio no turístico, restauración no turística,..). ¿Un médico en el Hospital Negrín o una cajera de un supermercado en Las Palmas dependen del turismo? Derivadamente sí, pues ambos dan servicio a familias de trabajadores que dependen directa- o indirecta- o derivadamente del Turismo, ocupación sin la cual no estarían aquí ninguno de ellos. ¿Nos podríamos imaginar un volumen poblacional actual, si no existiera la principal actividad motor, el turismo? Dicho de otra manera: ¿quién estaría aquí si no hubiera Turismo? Pues muy pocos... por tanto, podríamos llegar a la conclusión de que el Turismo genera de forma directa, indirecta y derivada bastante más del 80% del empleo del Archipiélago.

Conclusiones  

Las tres matizaciones cuantitativas sobre el empleo turístico tratadas en este post tienen una gran importancia sobre la gestión a largo plazo del Turismo por lo siguiente:

1) La especificación objetiva y realista de la cantidad y tipo de empleo a crear es vital para la planificación estratégica (al menos, a 10 años vista) de la población ocupada y cuestiones asociadas como la planificación de la formación profesional demandada, las previsiones de subsidios de desempleo, los planes personales de emigración, etc. Además, de no definirse esta cuestión permanentemente estaríamos sometidos a la demagogia del político de turno.

2) La objetividad con relación al empleo de la hostelería es vital, pues de seguir en la línea incriminatoria actual, es muy posible que asistamos próximamente a una campaña electoral de criminalización del sector hotelero. ¿Es necesario criminalizar precisamente a uno de los únicos sectores que está creando empleo y al más importante en cuanto al empleo turístico directo?

3) La inclusión de los efectos derivados del Turismo en las estadísticas del empleo es muy importante de cara a resaltar la importancia del sector e involucrar a la población en el Turismo, pues cuestiones como, por ejemplo, las inversiones en infraestructuras turísticas o la Ley Turística no sólo atañen al municipio turístico correspondiente o al sector turístico en exclusiva, sino nos atañen a todos, desde el guía turístico hasta el médico en la capital urbana.