Las periferias contra el “nacionalismo” central

La torpeza del actual gobierno de España es evidente. A pesar de su perfil bastante conservador, no dan una a derechas, ni en broma. No es por descalificar, pero los hechos proclaman su fracaso. Son tantas  actuaciones equivocadas y arbitrariedades que harían falta varios volúmenes para detallarlas. Para que no haya susceptibilidades diré que no soy de derechas, ni de izquierdas y ni siquiera de Podemos, que está ahora tan de moda y que, según dicen, va a solucionar todos los desaguisados existentes ahora mismo en España. Lo que hacen los partidos mayoritarios  españoles y su forma de interpretar la democracia no me convence y creo que existen cada vez más  personas que estamos en esa misma onda. Esta democracia no se regenerará mientras no se aclaren cuales son las reglas de juego; mientras no haya unas leyes que castiguen la corrupción; mientras no exista una justicia independiente; mientras no accedan a las administraciones públicas personas de reconocidos valores éticos, e incluso patrióticos, que no se dejen corromper por el poder; mientras continúe actuando de forma mediática y partidista  la Justicia; mientras no se tomen en serio la reforma a la Constitución para adaptarla a los nuevos tiempos  y acabar con la impunidad de muchos políticos.

Una de las actuaciones que más me llama la atención es ese empeño de Rajoy en judicializar el brote rebelde  que ha surgido en Cataluña, liderado por  el líder nacionalista  Artur Más (que también es de derechas) coreado por otros partidos  como Esquerra Republicana, que esos, además de nacionalistas, no quieren que haya reyes en España. Evidente y normal, si se llaman “republicanos”. Si Cataluña consiguiese su independencia, no sería, desde luego, el Condado de Catalunya, como, por ejemplo,  tenemos en Europa el Ducado de Luxemburgo, sino la República de Catalunaya.

Sinceramente, me gustaría tener un país unido y que cada cual,  habite  en la comunidad autónoma que sea, se sintiera español, de la misma forma en que Suiza, donde existen cantones con otras lenguas y variadas confesiones religiosas, se sienten, ante todo, suizos. Lo que ocurre en España es que los partidos “nacionalistas españoles”, por lo general,  llámense PP, PSOE, u otros,  no quieren reconocer que estamos en una nación plural, multinacional,  donde tenemos  también  diferencias: otras lenguas, otros usos, costumbres y peculiaridades propias. Por lo tanto, deben respetarse y apoyarlas, no tratar de soslayarlas, despreciarlas o ridiculizarlas, si no quieren que los habitantes de esas regiones se sientan excluidos, ofendidos y heridos. Pero en esta España nacionalera, por mor de una Carta Magna incompleta y segada sesgada, que a casi nadie satisface, no existe el derecho a expresarse. No valen consultas, no valen referéndums y si se realizan, como les ha pasado a los catalanes, se considera un delito y puedes ir a la cárcel. Esto es un absurdo español más, de la misma forma que se agarran a la Constitución quienes prohiben en Canarias una consulta para que el pueblo se exprese sobre unas prospecciones petrolíferas en aguas cercanas a las islas, que podrían perjudicarnos, . Voy más allá aún. Dios nos libre que a alguien se le ocurra pedir en Canarias un referéndum, estilo Escocia, para decidir si queremos seguir  unidos a España, o ser independientes, como territorio de ultramar que somos, al que se maneja, hoy en día, como si esto fuera una colonia, donde prevalecen los intereses de unos pocos privilegiados o de las multinacionales, defendidas, además, por el ejército y el gobierno de España. Inaudito, pero es así. Quien exprese eso, podrá ser considerado poco menos que anatema, antipatriota o lo que se les ocurra, que siempre tienen la palabra adecuada y la ley  para aplicártela, en cada caso. Lástima que no se ponga el mismo empeño para que dimitan quienes no merecen permanecer en cargos públicos relevantes..

Esas prohibiciones, pretendidas  denuncias, las declaraciones de algún alto mando militar, amenazando incluso con enviar al ejército para  solucionar una posible secesión, no hacen sino
encrespar más los ánimos y precipitar una ruptura. Rajoy, como en casi todo lo que hace, no ha conseguido sino empeorar la situación.desde mi punto de vista y el de muchos españoles, no está a la altura de las circunstancias.

Aunque puede valer la fórmula actual autonómica, con ciertos matices y más competencias,  algunos abogan por una España federal. Habría que definir primero lo que eso significa y encauzarlo, ordenarlo, tomando como ejemplo a otros países de Europa que tienen ese mismo sistema, o a los mismos Estados Unidos. Lo ideal hoy en día es  que marchemos todos unidos, ya que estamos en el mismo barco.  No se debe provocar la división.

Recordemos que en  USA, los Estados Confederados del Sur se proclamaron independientes del resto del país y nombraron presidente a Jefferson Davis. Este hecho dio lugar a la Guerra de Secesión (llamada American Civil War) que duró desde 1861 a 1865.  La separación  se produjo, principalmente, por la abolición de la esclavitud, decretada  por Abraham Lincoln. Fue una guerra cruenta que originó  nada menos que 1.030.000 bajas. Al final, ganaron los  unionistas, o sea el Norte, lo que permitió que continuara existiendo una gran nación. No entro a valorar ahora su papel nefasto e imperialista, que también lleva sobre sus espaldas. Esa es otra cuestión que no viene al caso.