Quedaron rápidamente atrapados por la magia de la ciencia
Los experimentos locos llenos de explosiones, humo, cohetes, espuma y burbujas entusiasmaron hoy al público infantil que acudió al Museo Elder, donde los más pequeños quedaron atrapados por la magia de la ciencia al comprobar que no tiene nada de aburrida gracias a dos científicos muy especiales que se convierten en actores, payasos o lo que haga falta por trasmitirles la pasión por la ciencia.
Helena González y Oriol Marimón, llegados de Barcelona y Salamanca, forman Clowntifics, integrantes del grupo de científicos-actores The Big Van Theory, quienes explicaron que su mayor alegría se produce cuando los niños gritan, a veces desaforadamente, y levantan la mano para participar en los experimentos, algo que lograron a los pocos minutos de comenzar con su espectáculo. Y puesto que los niños son un público “absolutamente sincero” no hay nada más satisfactorio que “oír sus risas”.
De esta manera, casi sin darse cuenta, tras presenciar un experimento que los ha atrapado, obtienen una explicación que grabarán en su memoria y despertará así su curiosidad por la ciencia. Tanto es así, que intrigados por lo que veían no se reprimieron y lanzaron preguntas como “¿de qué está hecho un catalizador?”, porque claro, no se podían ir con esa duda si primero contemplaron que logra romper el oxigeno del agua, y previo ponerle jabón, obtener una gran explosión de espuma.
Liberar y apresar gases gracias al dióxido de carbono al que el agua caliente convirtió en una cascada de humo blanca nuclear, atraparla en una burbuja de jabón y enseñar que los refrescos tienen mucha agua carbonatada y que con un simple “mentos” sale el gas disparado, fueron algunas de las experiencias en las que participaron los niños ataviados con bata, guantes, gafas de bucear y algún que otro atrezo no muy científico para lograr incluso que “el agua y el fuego se hagan amigos”.
Con términos científicos básicos intercalados en los juegos, y con gritos atronadores pidiendo un cohete aún mayor, comprobaron cómo hacer volar botellas hasta lo más alto y el humo blanco de su interior al caer preguntarse si realmente llegó a las nubes y las atrapó para después obtener una nueva explicación científica.
Los cerca de doscientos asistentes al espectáculo no dudaron en moverse al ritmo de la música, reír con las ocurrencias de los científicos, prestarse voluntarios para toda suerte de experimentos locos y aplaudir su ingenio, y una vez terminada la actuación, acercarse para comprobar alguno de los experimentos, aunque no solo los pequeños, con la disculpa de acompañarlos, los grandes también se aproximaron atrapados por la magia de la ciencia.
La directora del Museo Elder, Rita Hernández, y el gerente, José Miranda, no dudaron en acoger esta actividad, ya que se trata de una nueva forma de divulgación que mezcla ciencia y cultura al usar el teatro para desmitificar la ciencia.











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