El móvil del robo

Cuando el informativo de la televisión pública canaria abre con la excelsa noticia de que a una mujer le robaron el móvil por la calle es señal inequívoca de que aquí no pasa nada, que esto es Jauja o que van a tener razón aquellos que nos denominan con cierta cursilería las islas afortunadas.

 Aquí no debe pasar nada cuando el telediario de la televisión de Willy inicia el relato de las noticias más importantes del día con el hurto de un celular en plena calle, algo que por cierto suele pasar muchas veces al mes, por lo que imagino que los jefes del informativo sacarán esta noticia o alguna parecida en sus ediciones habituales.

 Puede que los informativos de la Televisión Canaria salgan con esta noticia para tapar otras de mayor calado. O incluso que lo hagan para justificar la creación de la Policía Autonómica, un ente tan extraño como los billetes de 500 euros: casi nadie la ha visto, a pesar de los denodados esfuerzos de los jefes de informativos para resaltar sus proezas, como la incautación de cinco gramos de marihuana a un quinque de barrio o la ayuda prestada a una embarazada para que pudiera dar a luz en un confortable taxi antes de llegar al hospital de turno, que ya se sabe cómo están las listas de espera.

  De esta forma, la tele canaria mata dos pájaros de un tiro: justifica la creación de la policía autonómica al tiempo que hace lo propio con el ente público audiovisual. La policía canaria existe porque la tele canaria habla de ella y la tele  canaria existe porque hay una policía canaria de la que hablar. Ya se sabe que lo que no sale en la tele no existe. La poli canaria funciona porque lo dice la tele canaria. De lo contrario, no tendríamos ni pajolera idea de que existe y sobre todo para qué coño existe.

  Se agradece a la policía canaria que se esfuerce por recuperar móviles hurtados en plena rúe porque ciertamente a la Policía Nacional le importa un rábano si te roban el teléfono móvil. Puedo dar fe. No sirve de nada poner una denuncia en comisaría y, además, los agentes a los que pagamos dan la impresión de que hasta les molesta que vayas a presentarla.

  Sin sucesos la tele canaria no tendría sentido. Sin la crónica negra, incluso la surrealista, el telediario de la nuestra solo sería fútbol, fiestas folclóricas y el blog de Paulino Rivero. Pan y circo. Menos mal que ya abolimos hace años las corridas de toros.