Tienes activado un bloqueador de publicidad

Intentamos presentarte publicidad respectuosa con el lector, que además ayuda a mantener este medio de comunicación y ofrecerte información de calidad.

Por eso te pedimos que nos apoyes y desactives el bloqueador de anuncios. Gracias.

Continuar...

XAVIER APARICI GISBERT

Orientarnos en la niebla

XAVIER APARICI GISBERT Jueves, 04 de Septiembre de 2014 Tiempo de lectura:

Como espectadores, oyentes o lectores tenemos, gracias a la actitud crítica, la capacidad de discriminar lo que nos enseñan, cuentan y trascriben.

Los medios de comunicación nos traen informaciones de toda condición y temática, de todo el mundo y a todas horas. Incluso si la gran mayoría de los receptores no tenemos a nuestro alcance más que “consumir” ese inacabable flujo de datos y versiones sobre la realidad actual, sería conveniente que, en lo posible, hiciéramos buena “digestión” de ello.

Como espectadores, oyentes o lectores tenemos, gracias a la actitud crítica, la capacidad de discriminar lo que nos enseñan, cuentan y trascriben. La conciencia crítica es una herramienta contra la manipulación que cualquier ser humano puede usar porque forma parte de nuestra condición racional. A través del aprendizaje y la comparación se puede entender de los asuntos que se divulgan y se pueden tomar criterios de juicio y valoración sobre ellos. Pero no de cualquier manera y en toda circunstancia: las actividades racionales tienen sus condiciones y sus límites.

Contra las presunciones del racionalismo clásico, las interacciones intelectuales, emocionales y conductuales de los seres humanos suelen estar muy lejos de una conciencia plena de las situaciones y de una práctica en coherencia con nuestros pretendidos fines. En primer lugar, porque el conocimiento suficiente y relevante no suele acompañar nuestra toma de medidas. La certidumbre, esa situación de capacitación solvente para la toma de decisiones pertinentes, suele ser la excepción.

Dados los intereses en juego y la complejidad de las cuestiones, en el análisis de las problemáticas más relevantes en general y en las políticas, en particular, lo que se dan, sobremanera, son escenarios de riesgo y de incertidumbre. El riesgo puede conducir al error; la incertidumbre puede impedir que salgamos de él.

En segundo término, la inteligencia y la sensibilidad no actúan en “el aire”: tanto las situaciones sociales, como las particulares, limitan el alcance de la comprensión y centran, arbitrariamente, los focos de atención a la hora de conocer, decidir y actuar. Y así, habitualmente, no se logra salir en los diagnósticos de las lógicas particularistas.

Finalmente, la inserción cultural en sistemas de creencias poco consistentes, notablemente fragmentarias y altamente manipulables, hacen muy difícil que las consideraciones que se efectúan, las decisiones que se toman y las acciones que se llevan a cabo sean suficientemente certeras, óptimas y objetivas.

El principio de racionalidad es mínimo, el conocimiento sobre las situaciones, escaso y el control sobre las circunstancias que nos determinan, muy liviano. Y eso es lo que, muy a menudo, se observa: a pesar de la teórica prevalencia de los Derechos Humanos  en la acción del conjunto de los Estados y de las instituciones internacionales; de la Responsabilidad Social Corporativa de las grandes empresas; de las Constituciones políticas y las legislaciones sociales; de la racionalidad y la buena voluntad de la condición humana, este momento histórico, el de la Globalización, está resultando muy cuestionable en ejemplaridad ética, en eficacia social y en sostenibilidad ecológica.

Con todo, aunque las luces son limitadas y los ambientes aparecen nebulosos, esas son nuestras guías. Y, personalmente, podemos hacer mucho para alimentarlas y evitar perdernos en las sombras, ganando en autonomía, autorrealización y autoestima. Además, siempre está ahí la posibilidad cierta de juntar con los demás nuestras capacidades, certidumbres y ánimos para crear auténticos faros humanitarios de conocimiento, solidaridad y amor.

Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

Tu comentario
Tu comentario

Normas de participación

Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.

Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.

La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad

Normas de Participación

Política de privacidad

Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.6

.

Con tu cuenta registrada

Escribe tu correo y te enviaremos un enlace para que escribas una nueva contraseña.