Abuso de poder

Existía alguna posibilidad de que el partido gobernante tuviese en consideración las protestas de los gobiernos insulares canarios y de la mayoría de sus habitantes en contra de las prospecciones petrolíferas y extracción de hidrocarburos en aguas canarias o cercanas, pero, como hemos visto, ha prosperado la presión de las grandes empresas españolas y de determinados políticos españoles que los de un pueblo que está ya harto de que lo sigan tratando como si fuésemos una colonia. Esta forma de actuar contra Canarias tiene que hacerse oír, tanto en las Naciones Unidas, como en la Comunidad Europea. No podemos quedarnos impasibles ante tanto desmán.

No parecen darse cuenta en Madrid que el mayor recurso de las Islas Canarias, en estos momentos, es el turismo, (máxime, teniendo en cuenta que el ministro del ramo es canario y debería percatarse de estas cuestiones).  Nadie puede garantizar que no va a ocurrir ningún vertido, ni contaminación en las playas en caso de que se produzca  e, incluso, que no va a dañar la pesca. Ha habido muchos derrames en todos los mares del mundo en los últimos años que han causado auténticos desastres económicos y ecológicos en las zonas afectadas por esos vertidos. Les recuerdo el que se produjo en Galicia, a causa del accidente del buque Prestige, que asoló la costa de esa autonomía  y que no se recuperó hasta mucho tiempo después. Les recuerdo también otro de los más graves, como el que produjo  la compañía British Petroleum en el Golfo de México en 2010.

Después de tres años aún no se ha recuperado de los daños que provocó una auténtica ruina en lugares costeros del sur de Estados Unidos y del este de  México. Incluso se introdujo por el Misisipi y llegó hasta Nueva Orleans, en el estado de Luisiana. Esta misma empresa tuvo una fuga de petróleo en la bahía de Prudhoe, Alaska, y otra en Texas City, que duró 40 días expulsando benceno, que es cancerígenos, y otros contaminantes.

Por otro lado, no hace falta que les recuerde que el petróleo, al que yo llamo “vómito infernal”, es el causante de que se contaminen los mares, los ríos, los lagos y las mismas tierras de cultivo. No podemos soslayar la letal polución que origina en las ciudades y en la atmósfera a causa de los gases que desprenden los automóviles alimentados con derivados del petróleo y las chimeneas de muchas industrias.

Esto no parece conmover a los que dirigen los negocios petroleros y a quienes les apoyan desde los gobiernos del mundo. Pero lo más patético de Canarias es que podríamos depender menos de los hidrocarburos y, sin embargo, se apoya poco el desarrollo de las energías alternativas, o se les eliminan  las ayudas que les habían prometido, o que ya tenían anteriormente.

Aunque este gobierno sea tan populista y triunfalista, que lo ve todo, desde su perspectiva, de color de rosa, no olvidemos lo que ha conseguido en el poco tiempo que llevan gobernando: casi el doble de los parados que había; eliminación de derechos elementales; una Justicia que no es independiente, por mucho que algunos jueces y gente del Derecho lo intenten, unas leyes laborales injustas y perjudiciales para la clase trabajadora. Después, aprovechándose de la mayoría que una parte del pueblo español le ha concedido, abusa de esa mayoría en el Parlamento y continúa en su afán desmedido de beneficiar solamente a las clases más poderosa, que son en muchas ocasiones, quienes les dictan lo que hay que hacer. O sea, se convierten en servidores  de la plutocracia, porque la mayoría de ellos, cuando ya no gobiernan (aunque intentan eternizarse en el poder,  estilo PRI mejicano)  reciben su recompensa como asesores, miembros del consejo de administración de las grandes empresas del país, o multinacionales, etc. Observen, si no, a  presidentes anteriores de este país o a ex-ministros, muy bien colocados y con  buenas remuneraciones.

Y a ello, a perpetuarse en el poder,  les ayudan, aparte de sus incondicionales, a los que les parece muy bien lo que hagan, aunque se equivoquen, otras personas que deberían estar en el lado opuesto, porque lo único que reciben son humillaciones, recortes, inseguridad jurídica, desempleo o eliminación de prestaciones. Es una actitud que no se comprende, bien por que les hacen un lavado de cerebro (a la hora de las campañas electorales) o, simplemente, porque son unos ignorantes. A veces, esta forma de comportarse parece puro masoquismo.

Un claro ejemplo del abuso de poder del gobierno de España, para imponer sus tesis y decretos que causan perjuicio a Canarias, lo tenemos en el rechazo a las peticiones del gobierno canario para que no se realicen prospecciones petrolíferas en las cercanías de nuestras costas.  Probablemente tampoco se realizarán en las cercanías de Baleares, porque allí gobierna el PP, aparte de que los dirigentes de ese partido en aquellas islas hna manifestado su oposición a que se hagan y, según aseguraron, no lo permitirán, a pesar de su “obediencia de voto” en el Congreso. Eso es pura pantomima, para demostrar al mundo lo unidos que están, aunque sea en las desgracias. Pero en Canarias si. Aquí no gobierna el PP y una forma de molestar a nuestros archipiélago y a sus habitantes  es oponerse a lo que solicita su gobierno. ¡Faltaba más!.