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JUAN ANTONIO ALONSO VELARDE

El cantazo de Toni

JUAN ANTONIO ALONSO VELARDE Jueves, 27 de Marzo de 2014 Tiempo de lectura:

El problema es que desde hace mucho tiempo nuestra política española se ha italianizado

Llámenme carca, retrógrado, intolerante, inflexible o lo que a ustedes se
les ocurra, pero entiendo que la política hay que tomarla con un mínimo de
respeto y si uno ha sido democráticamente elegido por las urnas (también
tenemos la elección dictatorial o digital) lo menos que puede hacer es
partirse el alma las 24 horas por ese cargo, por ese puesto de
responsabilidad o por ese escaño que se ocupará durante toda una
legislatura.

El problema es que desde hace mucho tiempo nuestra política española se ha
italianizado de tal manera que si en su momento aquí nos escandalizaba que
en el país de la bota tuviera a una diputada porno, ahora se nos han colado
toda una serie de frikis, de elementos curiosos que pueden dar risa, pero
en el fondo están frivolizando hasta extremos insospechados lo que tendría
que ser una labor seria y no prestarse al cotilleo y al chascarrillo.

Ahí tenemos el caso del señor Toni Cantó, todo un cantazo de político que
no sale de una para meterse en otra. Lo cierto es que ya apuntaba maneras
cuando se le ocurrió aquella gracieta de, con una aplicación de su
smartphone, destruir virtualmente la sede de Canal 9. El vídeo, que aún
circula por la red, era un misil que apuntaba contra el edificio de la
televisión valenciana y la frase de "A tomar por c...". El problema es que
esa 'gracieta' la hacía alguien que había trincado (legalmente) del erario
público de las Cortes Valencianas por haber trabajado para esa cadena
autonómica.

Seguidamente, el diputado de UPyD empezó a hacerse con cierta regularidad
trending topic en Twitter con frases disparatadas y reflexiones más propias
de aquel que asó la manteca. Sus alegatos poniendo en duda las denuncias
sobre violencia de género causaron una reprimenda interna de la lideresa,
de Rosa, 'armas tomar' Díez, harta de ver y tener que aguantar preguntas
sobre el comportamiento escasamente ortodoxo de su diputado.

Pero a Toni Cantó le puede más el protagonismo y rápidamente ha vuelto a
encontrar un motivo para que se hable de él, aunque sea mal. Y es haber
interpretado una película (no pensaba que los políticos tenían tiempo para
esos fines tan menesterosos) que, creo, no debe entrar entre las
obligaciones de cabecera de un diputado.

Y no es ya por la temática en sí, bastante espinosa, interpretando el papel
de un chapero en Cuba, sino que encima no tiene recato alguno en que todo
el mundo le vea tal cual le trajo Dios al mundo. ¿Podemos tomarnos en serio
a alguien así? Me temo mucho que no, aunque el quiera defender su 'arte'
diciendo que le sorprende que se forme más polémica por sus posaderas que
por los políticos trincones. Es que, querido Toni, en ambos casos hay una
falta de vergüenza, sólo que los que se lo llevan a su bolsillo, aparte de
la desvergüenza, carecen de toda ética y moral. Pero una cosa no tiene que
ver con la otra. Y si la vida de político te aburre....pues renuncia al acta
y dedícate en cuerpo y alma al mundo de la interpretación. Pero no hagas de
la política un gran y penoso plató.

Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

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