ICONOCLASTIA
¿Y esto quién lo paga?
En este caso, al no poder demostrarse que haya habido corruptelas, el pato lo pagaremos todos
En ese año Soria era el alcalde y Cardona, actual primer edil, concejal de Urbanismo. Estos políticos no han sido condenados por el alto tribunal porque éste no ha podido demostrar que haya habido desviación de poder.
En este caso, al no poder demostrarse que haya habido corruptelas, el pato lo pagaremos todos, como siempre. Como ya ha ocurrido antes con otras obras ilegales, como la supercomisaría (menuda paradoja) y la biblioteca pública, en la capital grancanaria, o el centro comercial de La Mareta en Telde.
Una vez hecha la fechoría, adelante con los faroles. Ya que estamos montados en el burro, ¡ale burro!. Cardona se apresuró a convocar una rueda de prensa para asegurar que la derrota judicial ha sido en realidad una victoria. Es lo que suelen hacer los políticos que no admiten perder cuando salen esquilmados de unas elecciones: buscan explicar lo inexplicable con una versión que nadie ve. Ni tan siquiera ellos mismos, aunque lo disimulen.
Cardona ha dicho que Realia puede seguir construyendo y que aquí no pasa nada. Nadie rectifica ni pide perdón, lo cual sería un detalle. Si el político de turno mete la pata hasta el corvejón, no paga las consecuencias. Las consecuencias las pagamos los ciudadanos. Los políticos se la han tenido que envainar porque las torres erectas han devenido en flácidas. Y, mientras, ellos huyen con el rabo entre las piernas.
Si finalmente, como ocurrió con la supercomisaría o se está negociando con la biblioteca, se llega a un acuerdo con los vecinos afectados para no derribar los edificios, la elevada indemnización no la paga el político infractor sino todos nosotros con nuestros impuestos. Y en las próximas elecciones los volveremos a votar. Así somos y así nos va.
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.








Gilberto Alemán | Miércoles, 26 de Marzo de 2014 a las 20:14:20 horas
Desgraciadamente las condenas millonarias por las fechorías de nuestras autoridades las pagaremos los de siempre, el pueblo llano, que está empobrecido y arruinado por culpa precisamente de las políticas de la derecha más reaccionaria que hemos tenido en mucho tiempo en España y en Canarias. Soria y Cardona son los responsables del gran pufo de Schamann, pero esas torres las pagaremos nosotros, ni ellos ni la empresa Realia.
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