Desestimada la denuncia de un policía local contra Maspalomas Ahora

Ancor Navarro, agente de la Policía Local de San Bartolomé de Tirajana conocido popularmente como el yerno de la exalcaldesa María del Pino Torres (NC), ha cosechado una derrota en los tribunales de Justicia al perder una denuncia que presentó contra este diario por una presunta falta de vejaciones.

La Magistrada-Juez del Juzgado de Instrucción Número 1 de San Bartolomé de Tirajana, Luz Calvé Mortes, deja claro en su fallo del pasado 3 de marzo, que “según los hechos probados en ningún momento son constitutivos de una falta de vejaciones”.

Se dio por aludido

Por parte de este diario, según los fundamentos de derecho de la sentencia perdida, la defensa dirigida por el letrado Carmelo López, demostró que en ningún momento se alude expresamente a Ancor Navarro, y en la fotografía donde aparece, no figura o no consta ningún comentario que perjudique su honor.

No consta la vejación

La magistrada, una vez analizados los hechos dejó claro que las pretensiones interesadas por Ancor Navarro, en todo caso debería constar en el primero de los artículos el nombre del agente en cuestión para que pudiera identificarse sin ningún género de dudas y que, la información proporcionada supusiera un menoscabo a su honor, una humillación, expresiones con las que se sintiera en todo punto menospreciado.

Sin embargo, aún cuando en el primer artículo podría considerarse que dichas expresiones reunieran las condiciones descritas, falta sin embargo la alusión a una persona en concreto.

En el segundo de los artículos, “no consta en dicha información ningún tipo de expresión que suponga una vejación”, sentencia la juez.

Las publicaciones

La primera información hacía referencia a una embarcación oculta bajo una lona “atracada” en la vía pública, en el Poblado de Maspalomas, desde hacía casi dos años aproximadamente y que unos vecinos del lugar denunciaron a través de este medio y no en la Policía Local.

La razón era porque, al estar relacionada con el entorno de un agente municipal “adicto a las multas y a las malas formas”, según los vecinos, temían posibles represalias.

Al día siguiente, el policía local se dio por aludido en esa información y amenazó a este diario a través de un tercero con la interposición de una denuncia si no retiraba la publicación de inmediato, y cuya sentencia firme echó abajo sus pretensiones.

La embarcación fue retirada de la referida zona como pedían los vecinos perjudicados.