La publicidad ilegal sigue presente en la calle y en los complejos alojativos, en cualquier muro o banco de la vía pública turística, y hasta en las mismas cabinas telefónicas. A pesar de la ordenanza municipal que regula esta actividad, la picardía de las empresas se adelanta al control de estas ofertas, a veces fraudulentas. Los empresarios lamentan que estas ilegalidades se cometan y, además, sus inductores se aprovechen de personas con grandes necesidades económicas para que las depositen en estos lugares. Los complejos turísticos han sido advertidos de que deben alertar a sus clientes sobre este problema.
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maspalomas1 | Jueves, 13 de Febrero de 2014 a las 20:17:59 horas
para que saca las ordenanza municipales sino las cumple las farolas, la caca de los perros, orinar en las calles bise por las aceras,para que sirve tanta ordenanza aquí cada uno hace lo que le da la gana
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