La calle Corazón de Jesús en Tunte lucirá adoquinado

Las obras de adoquinado que el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana está llevando a cabo en la calle Corazón de Jesús, en el casco histórico de Tunte, ya están bastante avanzadas.

El proyecto, iniciado hace poco más de un mes, ya se encuentra ejecutado en estos momentos casi en un 50%. Las obras las está acometiendo el Ayuntamiento a través de la empresa Rodríguez Luján, que ofreció una baja de 66.256 euros y resultó finalmente adjudicataria de las mismas por unos 118.000 euros.

La calle Corazón de Jesús, que baja desde el Cementerio hasta el conocido enclave de ‘las cuatro esquinas’, es actualmente una de las más importantes y más transitadas del casco histórico del municipio. Se trata de un camino bastante empinado con zonas donde se alcanzan cotas de hasta 18º de inclinación.

El Ayuntamiento está acometiendo el arreglo y adecentamiento de dicha calle con adoquines “no sólo para embellecer y remarcar el atractivo histórico del pueblo y seguir potenciando su desarrollo turístico, sino sobre todo para corregir el trazado de la antigua solera de hormigón, que estaba provocando que las escorrentías del agua de lluvia discurrieran por las paredes de las edificaciones provocando problemas de humedades e incluso algunas filtraciones en las viviendas”, afirma el concejal de Servicios Municipales y Ordenación del Territorio, Fernando González Montoro.

En ese sentido, las obras han consistido básicamente en el levantamiento de la antigua losa de hormigón, que se encontraba ya muy agrietada y desconchabada en varios tramos, y en la colocación de una nueva con sus pendientes orientadas hacia el centro para una menor canalización del agua.

Además, el Ayuntamiento y la empresa concesionaria del servicio de abastecimiento, Canaragua, han aprovechado el levantamiento de la antigua solera de hormigón para acometer la renovación completa de la antigua red de abasto, y también para dejar preparado un conducto para la canalización de nuevos servicios e instalaciones.

 El adoquín rústico prefabricado que se está utilizando cogido con mortero, tiene unos 20 centímetros de largo por 8 de espesor y 12 de ancho y está preparado para resistir la carga del tráfico rodado. También su superficie rugosa es especial para el alto grado de inclinación de la vía.