La importancia de los detalles
JOSÉ F. FERNÁNDEZ BELDA
Lunes, 02 de Diciembre de 2013 Tiempo de lectura:
La página Web del Patronato de Turismo es un buen ejemplo que lo que debe hacerse y potenciarse
Para intentar ofrecer una excelente imagen de cómo es Gran Canaria y una suficiente información de la oferta de ocio, servicios, cultura, etnografía, etc. que puede tener aquí el viajero a su disposición para disfrutar durante sus vacaciones, la página Web del Patronato de Turismo es un buen ejemplo que lo que debe hacerse y potenciarse desde los poderes públicos para apoyar este sector económico. Como es sabido, hoy en día, gran parte de la información turística la obtiene el futuro cliente motu proprio, preguntándole a Mr. Google en Internet lo que desea saber sobre un destino concreto, más que por anuncios publicitarios. Y en este sentido esa página Web está, en lineas generales, bien ideada y bien realizada. Creo un gran acierto, separar claramente ya de entrada la parte política y administrativa de la información dirigida al turista, al que no le interesa en absoluto que lo salude el presidente o el alcalde.
Hay pequeños detalles en estas promociones cibernéticas, que es necesario tener muy en cuenta para decantar a un potencial cliente por uno u otro destino vacacional. Uno de ellos es que la información ofrecida sea suficiente y además veraz. Es por eso que los gestores de las modernas técnicas de promoción por Internet no dudan en hacer un importante esfuerzo para detectar y tratar de corregir los problemas o pequeñas disfunciones que pudieran presentarse en las acciones emprendidas por los organismos públicos y los empresarios para potenciar y hacer atractivo un lugar turístico.
En este sentido y como simple sugerencia, en la Web Turística del Patronato, las audio guías de LPGC, deberían poder reproducir un vídeo o una serie de fotogramas que fueran mostrando paso a paso lo que la locutora va narrando, tal como se hace en la zona de vídeos para otras cuestiones. De la forma actual es imposible, para el que no conozca físicamente los lugares, hacerse una idea de lo que se está narrando. Si me permiten un chascarrillo, ¡es una audio guía idónea para que la oigan los ciegos de la ONCE o de la futura DOCE!
También hay pequeños detalles, no ya cibernéticos sino bien reales, que conviene vigilar estrechamente y corregirlos de inmediato que pueden empañar las primeras impresiones del turista que llega, normalmente cansado y algo confuso, a esta tierra tras un más o menos largo viaje, en kilómetros y sobre todo en tiempo desde que salió de su domicilio, no sólo medido en horas de vuelo, y que aún le falta otro buen rato para llegar a su cama en el hotel.
Hace unos días, volviendo a Gran Canaria, lo vivido en la terminal fue realmente “inolvidable”, de tal cantidad de chapuzas y malcriadeces que tuvimos que soportar los viajeros, algunos de la tierra como el gofio pero la mayoría turistas. Para empezar, en el Control de Pasaportes, uno de los dos policías hablaba tranquilamente por su móvil sin atender la cola de viajeros, que avanzaba lentamente a pesar de los esfuerzos del otro para aligerar el trámite, haciendo evidente que era tan sólo eso: una apariencia de control.
La cinta de equipajes asignada al vuelo estaba averiada y, según decían, tenía que venir el técnico a ponerla en marcha. El cabreo de los pasajeros tras una espera de 45 minutos, era monumental y expresado en intraducibles gritos en inglés a un operario que asomaba por el foso. “¡Bastante hago para lo que me pagan!”, fue la respuesta que recibieron del susodicho elemento. Si la primera impresión dicen que es fundamental, hizo bueno el parafraseado eslogan de “Gran Canaria is different!” ¡Tierra trágame, rogamos algunos a Achamán!
Hay pequeños detalles en estas promociones cibernéticas, que es necesario tener muy en cuenta para decantar a un potencial cliente por uno u otro destino vacacional. Uno de ellos es que la información ofrecida sea suficiente y además veraz. Es por eso que los gestores de las modernas técnicas de promoción por Internet no dudan en hacer un importante esfuerzo para detectar y tratar de corregir los problemas o pequeñas disfunciones que pudieran presentarse en las acciones emprendidas por los organismos públicos y los empresarios para potenciar y hacer atractivo un lugar turístico.
En este sentido y como simple sugerencia, en la Web Turística del Patronato, las audio guías de LPGC, deberían poder reproducir un vídeo o una serie de fotogramas que fueran mostrando paso a paso lo que la locutora va narrando, tal como se hace en la zona de vídeos para otras cuestiones. De la forma actual es imposible, para el que no conozca físicamente los lugares, hacerse una idea de lo que se está narrando. Si me permiten un chascarrillo, ¡es una audio guía idónea para que la oigan los ciegos de la ONCE o de la futura DOCE!
También hay pequeños detalles, no ya cibernéticos sino bien reales, que conviene vigilar estrechamente y corregirlos de inmediato que pueden empañar las primeras impresiones del turista que llega, normalmente cansado y algo confuso, a esta tierra tras un más o menos largo viaje, en kilómetros y sobre todo en tiempo desde que salió de su domicilio, no sólo medido en horas de vuelo, y que aún le falta otro buen rato para llegar a su cama en el hotel.
Hace unos días, volviendo a Gran Canaria, lo vivido en la terminal fue realmente “inolvidable”, de tal cantidad de chapuzas y malcriadeces que tuvimos que soportar los viajeros, algunos de la tierra como el gofio pero la mayoría turistas. Para empezar, en el Control de Pasaportes, uno de los dos policías hablaba tranquilamente por su móvil sin atender la cola de viajeros, que avanzaba lentamente a pesar de los esfuerzos del otro para aligerar el trámite, haciendo evidente que era tan sólo eso: una apariencia de control.
La cinta de equipajes asignada al vuelo estaba averiada y, según decían, tenía que venir el técnico a ponerla en marcha. El cabreo de los pasajeros tras una espera de 45 minutos, era monumental y expresado en intraducibles gritos en inglés a un operario que asomaba por el foso. “¡Bastante hago para lo que me pagan!”, fue la respuesta que recibieron del susodicho elemento. Si la primera impresión dicen que es fundamental, hizo bueno el parafraseado eslogan de “Gran Canaria is different!” ¡Tierra trágame, rogamos algunos a Achamán!
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.







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