Más de un centenar de vecinos del municipio radicados en los asentamientos rurales de la cuenca tirajanera agradecen el arduo trabajo que están desarrollando 23 desempleados
Más de un centenar de vecinos del municipio radicados en los asentamientos rurales de la cuenca tirajanera agradecen el arduo trabajo que están desarrollando 23 desempleados contratados por el Ayuntamiento para restablecer el paso en sendas históricas
Más de un centenar de agricultores de la zona alta de San Bartolomé de Tirajana se están beneficiando ya del arreglo y mejora de los caminos rurales, vecinales y agrícolas que el Ayuntamiento ha emprendido para recuperar muchas sendas antiguas y con historia que estaban impracticables por la maleza y los desprendimientos.
La recuperación de estos caminos en los asentamientos rurales de La Culta, Montaña de Rosiana, Risco Blanco, Lomito de Taidía o La Hoja de Arriba, entre otros, la está llevando a cabo el Ayuntamiento con trabajadores desempleados contratados al amparo del Programa Extraordinario de Empleo Social 2013, pactado por el Servicio Canario de Empleo y la Federación Canaria de Municipios.
La puesta en marcha del proyecto, que emplea a 23 desempleados del municipio con una duración de seis meses, se llevó a cabo en agosto pasado con una inversión del Consistorio de 123.374 euros y una subvención de otros 61.687 euros por parte del Servicio Canario de Empleo.
Equipadas completamente por el Ayuntamiento, las cuadrillas han recuperado desde agosto hasta ahora cinco caminos vecinales con un total de aproximadamente 7.550 metros. Con sus manos, y con sachos y rastrillos, los operarios han desbrozado y limpiado las sendas de malezas, cañas, tuneras y hierbas, y han apisonado las tierras y asentado piedras en los frentes de los caminos y también en algunos muros caídos que obstaculizaban el paso.
7,5 kilómetros
Los 7,5 kilómetros de caminos recuperados son los que comunican las carreteras inferior y superior de la Montaña de Rosiana; el trayecto que va de la Iglesia a la Escuela Vieja de Risco Blanco; los tres kilómetros del sendero en pendiente que une Risco Blanco y el Lomito de Taidía, y el tramo también en pendiente que sube de Risco Blanco a La Hoja de Arriba.
La concejala de Medio Ambiente, Saida Valido Suárez, admite que “de todos los trabajos realizados hasta ahora el más arduo y complicación ha sido la recuperación de la senda de Rosiana, porque hubo que limpiar el paso del barranco con más de 25 años sin acceso, taponado por cañaverales y tuneras muy frondosas y ramificadas”.
En estos momentos la cuadrilla está terminando el adecentamiento de los caminos de La Culata, donde el vecino Ricardo Pérez Álvarez ‘Lalo’, agricultor de 75 años, reconoce junto a su perro Carbonero que “la recuperación de estos pasos está muy bien, porque hacían mucha falta y se necesitaba personal para limpiarlos y recoger la limpia”.
A partir de la próxima semana, según la edil Saida Valido, el Ayuntamiento tiene programado trasladar estos trabajos de limpieza a los bordes de la pequeña carretera rural que une El Sequero Alto y El Tanquillo, para luego regresar al entorno de Risco Blanco con el objetivo de recuperar el camino agrícola que baja de la plaza al barranco.
El retorno
La recuperación y adecentamiento de estos caminos permite que tanto los vecinos residentes como los propietarios de fincas agrícolas puedan acceder ahora a sus tierras y desplazarse entre las viviendas e incluso entre distintos núcleos rurales como lo hacían antes del despoblamiento que generó el boom turístico.
Estos caminos rurales que ahora se rescatan se fueron perdiendo por la falta de transeúntes diarios y de mantenimiento. Ahora, con una cultura de retorno al campo y a las labores de cultivo durante los fines de semana, estos núcleos rurales de Las Tirajanas vuelven a cobrar vida, y sus veredas se convierten incluso en sendas de paseo para los caminantes y amantes de la naturaleza.
Más de un centenar de agricultores de la zona alta de San Bartolomé de Tirajana se están beneficiando ya del arreglo y mejora de los caminos rurales, vecinales y agrícolas que el Ayuntamiento ha emprendido para recuperar muchas sendas antiguas y con historia que estaban impracticables por la maleza y los desprendimientos.
La recuperación de estos caminos en los asentamientos rurales de La Culta, Montaña de Rosiana, Risco Blanco, Lomito de Taidía o La Hoja de Arriba, entre otros, la está llevando a cabo el Ayuntamiento con trabajadores desempleados contratados al amparo del Programa Extraordinario de Empleo Social 2013, pactado por el Servicio Canario de Empleo y la Federación Canaria de Municipios.
La puesta en marcha del proyecto, que emplea a 23 desempleados del municipio con una duración de seis meses, se llevó a cabo en agosto pasado con una inversión del Consistorio de 123.374 euros y una subvención de otros 61.687 euros por parte del Servicio Canario de Empleo.
Equipadas completamente por el Ayuntamiento, las cuadrillas han recuperado desde agosto hasta ahora cinco caminos vecinales con un total de aproximadamente 7.550 metros. Con sus manos, y con sachos y rastrillos, los operarios han desbrozado y limpiado las sendas de malezas, cañas, tuneras y hierbas, y han apisonado las tierras y asentado piedras en los frentes de los caminos y también en algunos muros caídos que obstaculizaban el paso.
7,5 kilómetros
Los 7,5 kilómetros de caminos recuperados son los que comunican las carreteras inferior y superior de la Montaña de Rosiana; el trayecto que va de la Iglesia a la Escuela Vieja de Risco Blanco; los tres kilómetros del sendero en pendiente que une Risco Blanco y el Lomito de Taidía, y el tramo también en pendiente que sube de Risco Blanco a La Hoja de Arriba.
La concejala de Medio Ambiente, Saida Valido Suárez, admite que “de todos los trabajos realizados hasta ahora el más arduo y complicación ha sido la recuperación de la senda de Rosiana, porque hubo que limpiar el paso del barranco con más de 25 años sin acceso, taponado por cañaverales y tuneras muy frondosas y ramificadas”.
En estos momentos la cuadrilla está terminando el adecentamiento de los caminos de La Culata, donde el vecino Ricardo Pérez Álvarez ‘Lalo’, agricultor de 75 años, reconoce junto a su perro Carbonero que “la recuperación de estos pasos está muy bien, porque hacían mucha falta y se necesitaba personal para limpiarlos y recoger la limpia”.
A partir de la próxima semana, según la edil Saida Valido, el Ayuntamiento tiene programado trasladar estos trabajos de limpieza a los bordes de la pequeña carretera rural que une El Sequero Alto y El Tanquillo, para luego regresar al entorno de Risco Blanco con el objetivo de recuperar el camino agrícola que baja de la plaza al barranco.
El retorno
La recuperación y adecentamiento de estos caminos permite que tanto los vecinos residentes como los propietarios de fincas agrícolas puedan acceder ahora a sus tierras y desplazarse entre las viviendas e incluso entre distintos núcleos rurales como lo hacían antes del despoblamiento que generó el boom turístico.
Estos caminos rurales que ahora se rescatan se fueron perdiendo por la falta de transeúntes diarios y de mantenimiento. Ahora, con una cultura de retorno al campo y a las labores de cultivo durante los fines de semana, estos núcleos rurales de Las Tirajanas vuelven a cobrar vida, y sus veredas se convierten incluso en sendas de paseo para los caminantes y amantes de la naturaleza.
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