El alcalde de Mogán debate con los vecinos la renovación del casco

El alcalde de Mogán, Francisco González, acompañado de una representación de concejales de su grupo de gobierno, se reunió este jueves con los vecinos de las diferentes localidades del Valle de Mogán, desde Pie de la Cuesta hasta Lomo Quiebre, con el fin de dar a conocer a la ciudadanía los dos importantes proyectos de inminente ejecución que mejorarán de forma considerable la imagen del centro del pueblo.

Los ciudadanos pudieron conocer de primera mano los detalles de la remodelación y embellecimiento de la iglesia de San Antonio de Padua, así como el proyecto de la nueva Casa de la Cultura del casco de Mogán, ambos edificios en el entorno de la plaza Sarmiento y Coto, en el centro del pueblo. Se trata de dos iniciativas que podrán llevarse a cabo gracias a la dotación económica aportada por el Cabildo de Gran Canaria y que modificarán sustancialmente el aspecto actual del casco de Mogán, por lo que el primer edil del municipio quiso que los vecinos conocieran los proyectos directamente de la mano de sus responsables técnicos, a quienes además pudieron realizar nuevas aportaciones.

La iglesia de San Antonio de Padua verá respetada su imagen actual, con leves modificaciones dirigidas a resaltar la arquitectura original del edificio, proyectado hace 200 años por el artista grancanario José Luján Pérez. Así, se prescindirá de algunos detalles añadidos que afeaban el edificio original y se dotará de modernidad y funcionalidad al interior de la sacristía, conservando por completo los elementos históricos y el aspecto originario de la construcción. Ejemplo de ello será el techo de la iglesia, que debido a su deterioro será obligatoriamente reformado con escrupuloso respeto al artesonado actual, tanto en los materiales como en el diseño.

La nueva Casa de la Cultura, por su parte, sí que supondrá un giro radical con respecto a lo actualmente existente, una obra inacabada que el casco de Mogán recibió en herencia de anteriores mandatos, hace más de 12 años, y que ahora por fin dejará de afear el centro del pueblo.

 El proyecto contempla una drástica reducción de la altura del edificio con el fin de adaptarlo al resto del entorno, de forma que no compita en protagonismo con la propia iglesia de San Antonio. Esta minoración de altura, no obstante, se ha conseguido sin reducir las dimensiones del futuro teatro auditorio municipal que se ubicará en el interior del recinto. El teatro seguirá contando con las 300 plazas previstas inicialmente y con todas las características escénicas necesarias para acoger espectáculos musicales, teatrales y artísticos de primer nivel.

Los colectivo vecinales también debatieron por último sobre la posibilidad de remodelar la plaza Sarmiento y Coto, valorando diferentes alternativas de mejora de este espacio público que podrían pasar por la renovación del pavimento o la reubicación del kiosco en un lugar diferente, entre otras transformaciones, de forma que la plaza gane en espacio, belleza y comodidad. Las autoridades municipales tomaron nota de las diferentes opiniones y sugerencias de los vecinos.