La venta ambulante es un problema que afecta a cualquier localidad turística. Existen unas ordenanzas para regularla pero cada vez se extiende más por nuestra localidad. El problema terminará espantando definitivamente a los turistas que pretenden disfrutar de la zona sin sufrir acoso alguno. La playa de Maspalomas es uno de esos focos nuevos, en la que cada vez más, los habituales africanos vendedores de relojes y gafas, tiqueteros e indigentes se han convertido en un auténtico incordio para los que deciden disfrutar de un paseo por la franja de litoral junto a El Faro de Maspalomas.
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manu | Miércoles, 31 de Julio de 2013 a las 16:56:39 horas
si pero esos vendedores ambulantes no pagan nada y a los que pagamos nos espantan la clientela. pues el turista no se para ni a mirar tus productos....
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