La custodia compartida: el derecho de los abuelos (I)

A la edad de uno, son pocas las cosas que nos frenan en nuestra lucha por un mundo más justo, llenando de carteles desde Valsequillo a Miller Bajo, con el único objetivo de lograr un estado equitativo, el derecho de los padres y abuelos paternos a compartir la igualdad de la revolución francesa, de poder disfrutar de la sonrisa de nuestros nietos.

El chantaje emocional, el silencio reclamado para poder ver a nuestros nietos en una visita fugaz, de médico de guardia, no nos impide llenar las paredes y los zaguanes con frases tan revolucionarias como Custodia Compartida, en el peor de los casos. En una situación de amor e igualdad, que bien que nuestra nuera, de forma equitativa, reparta las noches y vacaciones entre sus abuelos maternos y paternos.

Desgraciadamente, el dicho popular se suele cumplir. Si se casa una hija, ganas un hijo. Si se casa un hijo, pierdes un hijo. Siglos de sabiduría del pueblo.

Igualmente, otro dicho popular dice, “lo que siembras recoges”. Si esa nuera tiene el don de criar un niño, en vida, según el dicho popular, recibirá lo sembrado.

Al ver en Facebook una nueva imagen de la justicia, no recreada por una mujer, por un ser humano sin sexo definido, simbolizando el movimiento de la Custodia Compartida, uno se emociona en la lucha de los padres y abuelos que no se desentienden de sus hijos y nietos.

Amor Compartido, y si no funciona, Custodia Compartida.

Un abuelo que nunca dejará la lucha por una sociedad más equitativa.