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JOSÉ M. BALBUENA CASTELLANO

Cruceros

JOSÉ M. BALBUENA CASTELLANO Miércoles, 14 de Noviembre de 2012 Tiempo de lectura:

Santa Catalina ha tenido que soportar con frecuencia aglomeraciones humanas y ruidos debido, principalmente, a la cantidad de espectáculos que allí se organizan

Hace unos días leíamos una entrevista de Lourdes Villacastín, en La Provincia,  que trataba del tema de los cruceros turísticos que a lo largo del año visitan el Puerto de la Luz y que traen miles de visitantes. La presidenta de la Asociación de Vecinos Istmo de Santa Catalina, Dolores León, indicaba que si bien hay que mimar al turista que nos llega, también había que hacerlo con los residentes de aquel distrito, que hasta hace bien poco vivían en un habitual abandono por parte de las autoridades municipales en materia de seguridad e incluso de limpieza, o tener que contemplar el estado ruinoso de algunas viviendas y edificios de la zona que ofrecían una imagen tercermundista. Afortunadamente parece que la corporación ha mejorado algunos aspectos relacionados con la limpieza y la seguridad. A esto último, ha contribuido también la delegación del Gobierno, colocando policías nacionales en lugares estratégicos de la zona.

Es cierto que aún existen problemas que resolver porque el vecindario del distrito de Santa Catalina ha tenido que soportar con frecuencia aglomeraciones humanas y ruidos debido, principalmente, a la cantidad de espectáculos que allí se organizan, porque el ayuntamiento capitalino (sea quien sea el partido que gobierne) no ha mostrado mucho interés en que estas actuaciones se ubiquen en lugares adecuados y deshabitados. Sólo es cuestión de planteárselo y de voluntad política.

Además de las ruidosas aglomeraciones humanas y sus negativas secuelas, el Parque de Santa Catalina y su entorno, tenían que soportar la presencia de carteristas, prostitutas, drogadictos y una pléyade de mendigos que no ayudaban, precisamente, a mejorar la imagen de una ciudad que pretende ser “turística”.  En este aspecto parece que ha mejorado la situación y se ejerce mayor control, especialmente en lo que ha seguridad se refiere.

La mencionada presidenta de la asociación vecinal  y el director del Instituto de Enseñanza Secundario Marítimo Pesquero de Las Palmas, Juan Socorro, proponen una serie de actividades y medidas para potenciar el barrio, y ofertas dedicadas exclusivamente  a los turistas. No sólo a la aportación de bares y terrazas, sino al funcionamiento de determinados comercios o centros comerciales, sobre todo en días festivos, al menos durante la mañana, para que puedan ser utilizados por los cruceristas, así como oficinas de información turística, museos, etc. que permanecen cerrados los domingos. Que haya también bailes típicos, degustación de vinos y licores canarios, quesos, enyesques propios de estas islas, artesanía, etc.. Pero todo esto hay que hacerlo ya. Aquí somos muy lentos en tomar decisiones.  Tiene que haber una planificación inteligente para conseguir el objetivo de agradar a los que nos visitan y para que nuestra imagen mejore. Y cuidar los detalles, porque aquí somos bastante descuidados, de cara al público.

Algo más que se podría hacer es que la Banda de Municipal de Música ofrezca conciertos, donde podrían incluirse piezas canarias, o del repertorio español, en general, bien en el Parque de Santa Catalina, o en Las Canteras (como se hacía antes. Por cierto, acondicionándose un espacio para que puedan hacerlo, que es algo que ninguna corporación municipal ha conseguido. Son actividades que hemos defendido desde hace algún tiempo, a través de comentarios periodísticos, pero hasta la fecha se ha hecho oídos sordos a la mayoría de las propuestas cuyo fin no es otro que el de eliminar nuestra deteriorada imagen.

Y por último, me gustaría decir que ver cuando se obligará  a la Marina de Guerra a desalojar los muelles de la Base Naval, que tendrían que estar situados en otro lugar. Las instalaciones militares, cuanto más lejos de la población civil, mejor. Aparte de que beneficiaría a nuestro puerto dotándolo de más capacidad de atraque.

Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

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