Ruidos, horarios y barra libre

Los empresarios se desesperan. Poco falta para rebosar los complejos turísticos, restaurantes y bares nocturnos. En este último sector la tensión ya está en el ambiente. Para no variar los problemas se repiten. Ruidos más allá de lo permitido, cierres después de la hora y tiqueteros, mucho tiquetero en la vía pública incluso protagonizando enfrentamientos para captar a los turistas que llegan a la zona de ocio en taxi. La desesperación les lleva a apresurarse en abrir las puertas del vehículo antes de detenerse. Por otro lado la barra libre empieza a hacer estragos entre algunos empresarios cansados porque la Administración competente no actúa con inspecciones. Una especie de todo incluido no permitido que, por tan solo 5 o 10 euros, permite beber sin límite durante toda la noche en determinados establecimientos. Hay casos en los que por 50 euros a la semana se puede beber de igual manera todas las noches, y así, junto a los parties es como la noche dejó de ser un referente en la zona turística.