El justiprecio, un camino solidario
El Justiprecio o justo precio constituye una indemnización por la pérdida de los bienes y derechos expropiados
Ante la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora y de los pequeños empresarios o autónomos, no debemos olvidar que todos sufrimos las consecuencias de la crisis especulativa y financiera, agudizada por la machacona solución de la Merkel y su reducción del déficit público, destrozando toda posibilidad de consumo e incrementando el miedo que frena la circulación del dinero, al paralizar el deseo de reformar las casas, nuevas compras,.., el consumo, clave en el desarrollo capitalista.
El Justiprecio o justo precio constituye una indemnización por la pérdida de los bienes y derechos expropiados, y es un elemento esencial de la expropiación. No está mal encaminada esta definición, los gobiernos centrales y autonómicos nos están expropiando nuestros sueldos y debemos ser compensados con un justiprecio.
Nuestras actuaciones deben ir encaminadas a conseguir pequeñas metas que nos devuelvan el poder adquisitivo y fomente una nueva ética solidaria, no especulativa.
El concepto de Banca Ética, no especulativa, respetuosa con las tasaciones realizadas en el momento de la firma ante notario de las propiedades hipotecarias, que permitan la cancelación de la misma con la entrega de la vivienda y faciliten el alquiler a precios razonables, que no superen un porcentaje de los nuevos ingresos familiares. Una banca sin comisiones, que facilite la venta a precios asequibles de sus viviendas confiscadas. Una banca que no nos impongan comisiones que enmascaran una usura insolidaria.
Nuestros objetivos estarían encauzados a desviar nuestras nóminas hacia esa banca ética, que obtenga beneficios sin especular, sin generar nuevas burbujas inmobiliarias, fomentando el préstamo a las pequeñas empresas, apoyando un desarrollo sostenible. Sin duda, la otra banca se pondría las pilas.
Es muy simple, analicemos todas las entidades, impongamos nuestras condiciones y cambiemos la domiciliación de nuestras nóminas.
El logro de todo acuerdo comercial con las grandes empresas, los descuentos con las medianas y pequeñas empresas, sería otro paso a tener presente en la recuperación de nuestro poder adquisitivo.
No podemos esperar que la Formula1 nos solvente nuestros problemas, ese apoyo a una maquina insostenible, que nos aburre vuelta tras vuelta, debe derivarse hacia las familias necesitadas. No están los tiempos para gastar neumáticos duros o blandos.
Revista Digital Cuarto de Apero
http://cuartodeapero.com
El Justiprecio o justo precio constituye una indemnización por la pérdida de los bienes y derechos expropiados, y es un elemento esencial de la expropiación. No está mal encaminada esta definición, los gobiernos centrales y autonómicos nos están expropiando nuestros sueldos y debemos ser compensados con un justiprecio.
Nuestras actuaciones deben ir encaminadas a conseguir pequeñas metas que nos devuelvan el poder adquisitivo y fomente una nueva ética solidaria, no especulativa.
El concepto de Banca Ética, no especulativa, respetuosa con las tasaciones realizadas en el momento de la firma ante notario de las propiedades hipotecarias, que permitan la cancelación de la misma con la entrega de la vivienda y faciliten el alquiler a precios razonables, que no superen un porcentaje de los nuevos ingresos familiares. Una banca sin comisiones, que facilite la venta a precios asequibles de sus viviendas confiscadas. Una banca que no nos impongan comisiones que enmascaran una usura insolidaria.
Nuestros objetivos estarían encauzados a desviar nuestras nóminas hacia esa banca ética, que obtenga beneficios sin especular, sin generar nuevas burbujas inmobiliarias, fomentando el préstamo a las pequeñas empresas, apoyando un desarrollo sostenible. Sin duda, la otra banca se pondría las pilas.
Es muy simple, analicemos todas las entidades, impongamos nuestras condiciones y cambiemos la domiciliación de nuestras nóminas.
El logro de todo acuerdo comercial con las grandes empresas, los descuentos con las medianas y pequeñas empresas, sería otro paso a tener presente en la recuperación de nuestro poder adquisitivo.
No podemos esperar que la Formula1 nos solvente nuestros problemas, ese apoyo a una maquina insostenible, que nos aburre vuelta tras vuelta, debe derivarse hacia las familias necesitadas. No están los tiempos para gastar neumáticos duros o blandos.
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Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.









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