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Explosión de solidaridad

SEGISMUNDO URIARTE DOMÍNGUEZ Viernes, 11 de Mayo de 2012 Tiempo de lectura:

La denominada “Operación Kilo” llevada a cabo por el Banco de Alimentos de Las Palmas en colaboración con cuatro grandes supermercados de Gran Canaria ha servido para demostrar cómo, en momentos de crisis, aflora con fuerza la solidaridad

La denominada “Operación Kilo” llevada a cabo por el Banco de Alimentos de Las Palmas en colaboración con cuatro grandes supermercados de Gran Canaria ha servido para demostrar cómo, en momentos de crisis, aflora con fuerza la solidaridad de muchísimas personas. Durante los dos días que duró la campaña se recogieron 19.531 kilos de alimentos, que suponen 5.223 kilos más que los recogidos el pasado mes de Noviembre.


Esta importante cantidad de kilos ha sido aportada por miles de personas anónimas, muchas de las cuales dejaron testimonios magníficos de identificación con aquellas otras que los están pasando mal  porque ellas mismas están pasando por un duro trance, demostrando así que la solidaridad es una actitud personal, una disposición constante de tomar responsabilidad por las necesidades ajenas. La solidaridad, en este sentido, implica en gran medida el olvido de sí mismo y de las propias necesidades y realizarse en la entrega a los demás.


Ser testigos de cómo mucha gente joven, muchas personas humildes se acercaba a los carros de recogida con su modesta aportación, es una experiencia extraordinaria que produce una sensación que no se puede describir con palabras, porque es muy difícil reflejar con ellas los momentos que nos hacen vivir una sonrisa sincera, una alegría por compartir algo, una cara con la felicidad reflejada en ella, en definitiva, mil y una situaciones diversas porque diversas, muy diversas son las personas que aportan los alimentos.  


Pero, dentro de esa diversidad, hay algo en común: el firme convencimiento de la importancia que cobra en estos momentos la solidaridad y también el convencimiento de que se ayuda sin recibir nada a cambio; se presta ayuda aunque nadie se entere, ni aún la persona a la que ayudamos. Esto es: ser solidarios por una verdadera convicción de igualdad y de justicia. Es difícil ser caritativos, solidarios, entregados, y ser, al mismo tiempo, totalmente desinteresados.


Un trabajo de equipo


Si importante es la generosidad mostrada por las personas que donaron los alimentos, no lo es menos el trabajo desarrollado por los 237 voluntarios aportados por el Banco de Alimentos y por diversas entidades benéficas con las que colabora. Ellos fueron los vehículos que llevaron la información y la invitación a participar en esta campaña. Su entusiasta entrega encuentra su fundamento en los valores de la solidaridad y el altruismo, en la responsabilidad social y en la participación activa de los ciudadanos.


Todas las personas que integraron este equipo de voluntarios pertenecen a las más diversas condiciones sociales y profesionales y cedieron generosamente su tiempo por el bien de los demás, poniendo todo su empeño de forma desinteresada, demostrando que para ser voluntario, no hace falta ser profesional, ni experto, ni tener más licenciatura que la de saber entender como propios los padecimientos del otro.


El entusiasmo de estos voluntarios permite comprobar la importancia que tiene ayudar a tantas personas que, en nuestro entorno, en nuestros municipios, muy cerca de nosotros, carecen de los más elementales elementos de supervivencia a pesar de vivir en una sociedad del despilfarro.


Estas personas voluntarias que contribuyeron con su entrega y entusiasmo a la recogida de tan importante cantidad de alimentos tienen muy claro que no hay que confundir la solidaridad con un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, la solidaridad es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, ya que todos somos verdaderamente responsables de todos.


La solidaridad entre individuos es la primera y la más importante, puesto que todos los tipos de solidaridad nacen de la misma convicción de igualdad de todos los seres humanos.


Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

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