La Radio Televisión Española que viene

Si ya las reformas y recortes que ha realizado el gobierno español son apocalípticos, argumentando que son “justos y necesarios”, nos tememos que lo que viene ahora, relacionado con la Radio Televisión Española, podría convertirse en  un control férreo, de lo que se emita en esos medios, o en una manipulación de las noticias.  Ya se ha avanzado un cambio en el régimen jurídico, aprovechando su mayoría absoluta del PP, que ya ha sido criticado por la oposición, al modificarse el sistema de elección del presidente de RTVE.

Aquella televisión de Aznar, con un personaje tan siniestro como Miguel Ángel Rodríguez, secretario general de Información, y especie de portavoz del Gobierno, y el otro secuaz, apellidado Urdaci, convirtieron la RTVE en un juguete al servicio del partido gobernante, manipulando todo lo manipulable: el chapapote, la invasión de Irak, el atentado de Madrid, etc. etc. El señor Rodríguez fue un valido de José María Aznar, su paisano, al que idolatraba, y eso se pagó ofreciéndole todos los cargos posibles y le convirtió en un político-periodista, defensor de un ideario bastante reaccionario . Entre los cargos que ha ostentado, gracias a Aznar, figura el de editor de los videos  de la FAES,   o sea, la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales. Fue creada en 1989 y está presidida por José María Aznar.   Ya en junio de 2011 la FAES preparó un informe para Mariano Rajoy que estudiaba el copago para la Sanidad pública y la reforma del sistema sanitario español. Ya, en esas fechas, estaban preparándose para el devenir. Y no extrañaría nada que todas las reformas y recortes que se le exigen a España hayan sido diseñadas también desde esta fundación que pertenece al PP.

El mencionado Miguel Ángel Rodríguez, asiduo tertuliano en diferentes  medios informativos españoles, es autor de seis novelas, y de dos ensayos políticos titulados “Y Aznar llegó a presidente” y “Así habló Zapapustra”.

Volviendo al asunto de la RTVE, en el gobierno de Zapatero, a pesar de los fallos garrafales y equivocaciones que tuvo su ejecutivo, en materia económica y social, se consiguió algo realmente positivo, como fue la independencia e imparcialidad en sus informativos y temas tratados, elevando la dignidad de los profesionales que trabajan en el ente público.
Veremos como queda la dignidad y esos avances después de que Rajoy entre a saco en la RTVE, eligiendo a los locutores y profesionales más proclives a su partido, porque ya el señor Miguel Ángel Rodríguez opinaba en sus tiempo en los que  ejercía el poder como secretario general de comunicaciones, que  él sería “la cabeza que coordinaría las telecomunicaciones y la información”.

En su afán de extraer beneficios de donde sea, tampoco me extrañaría que se intentase de nuevo incluir publicidad en sus emisoras de radio y televisión, y por supuesto, alegando la situación de crisis y la falta de dinero que padece la nación;que no se produjesen programas de índole cultural, dando a conocer obras literarias, musicales y artísticas, en general, de autores españoles, o relacionadas con nuestro acervo histórico. Hubo una época en la que Televisión Española nos deleitaba ofreciéndonos  nuestras comedias, nuestras mejores novelas, nuestros ballets, y nuestra variado folclore, y dando a conocer también algo tan típico español como es la zarzuela.

Al mismo tiempo, dan a entender que se abre el camino para privatizar las radios y televisiones autonómicas. Es cierto que algunas de ellas gastan ingentes cantidades de dinero en sus producciones propias y programas. Pero suponemos que, como la mayoría tiene publicidad, su presupuesto se verá favorecido por lo que se obtenga  de ella, sin tener que recurrir tanto al erario público. Según tengo entendido el presupuesto de la radio televisión canaria es de 37 millones de euros al año. Tengan en cuenta que 37 millones es mucho dinero si lo convertimos en las antiguas pesetas, que no están tan lejanas en el tiempo, y que, si sigue el deterioro y retroceso económico de España, quizás tengamos que volver a usarlas, y nos encontraremos un país terriblemente ahogado por la inflación y el encarecimiento de todo. Para hacernos una idea, si al tomar un cortado nos cobran 1,5 euros, quizás a algunos les parezca que nos están cobrando poco, pero lo cierto es que esa minucia vale casi 250 de las antiguas pesetas, lo que no deja de ser una barbaridad. Debemos reflexionar, al mismo tiempo, que España es uno de los países europeos con los salarios más bajos y que el consumo podría disminuir aún más que ahora.

Si en las autonomías existe derroche no veo la necesidad de  seguir manteniendo, por ejemplo, una policía autonómica (su presupuesto es de 4,2 millones  al año, sólo para personal, y a la Academia Canaria de Seguridad se destinan 2,3 millones de euro); una radio y televisión autonómicas; unas empresas y organismos públicos, que no dan ningún beneficio y si me apuran, bajo mi punto de vista, sobran los siete cabildos insulares con su corte de presidentes, vicepresidentes, consejeros, asesores, funcionarios, enchufados, secretarios, etc.

¿Que quieren privatizar las emisoras autonómicas? Pues me parece muy bien. Si de verdad estos políticos que tenemos quieren cortar los derroches que empiecen a recortarse ellos mismos sus privilegios y se dediquen a servir al pueblo y que de una vez, se apruebe otro sistema electoral más democrático y con listas abiertas, para que el ciudadano pueda votar a los aspirantes más cualificados.