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XAVIER APARICI GISBERT

¡Volvió a ocurrir!

XAVIER APARICI GISBERT Lunes, 17 de Octubre de 2011 Tiempo de lectura:

Este último sábado en la capital grancanaria volvió la indignación pacífica, la protesta fundada y la toma cívica del espacio público a pasearse por las arterias de la ciudad, en expresiones de protagonismo democrático plurales, variopintas y alegres

Ha vuelto a pasar. El último 15 de octubre un gran número de personas salimos a la calle a manifestarnos frente al desastre global que está provocando el neoliberalismo y por un auténtico cambio político y económico. Y esta vez, la toma de las calles se ha expresado conjuntamente en múltiples ciudades a lo largo de todo el mundo.


Se ha vuelto a hacer visible el impulso que desde los últimos años está haciendo emerger el creciente clamor de las ciudadanías por la emancipación de tiranías, explotaciones y opresiones por múltiples países. Y ya es global, la “Revolución española” hoy es bastante más revolución y mucho más que española.


Este último sábado en la capital grancanaria volvió la indignación pacífica, la protesta fundada y la toma cívica del espacio público a pasearse por las arterias de la ciudad, en expresiones de protagonismo democrático plurales, variopintas y alegres. Es lo que trae la posibilidad de ser uno con los demás ciudadanos y ciudadanas, pues esta categoría sociopolítica, la de ciudadanía, nos permite a la gente coincidir desde la mayor pluralidad y desde la más amplia inclusión. Y eso, se nota en el ambiente y en los semblantes.


Para quienes participamos en la manifestación y para quienes están conformes con estas reivindicaciones de dignidad y soberanía popular, este es un buen motivo de alegría, desde luego, pero también es una gran ocasión para comprometerse más cotidianamente en la búsqueda de las soluciones a los graves problemas que nos amenazan y en desbaratar la hegemonía de los que malversan la riqueza general y usurpan las instituciones democráticas.


Las personas y colectivos más involucrados en el día a día del movimiento 15M, en sostener la llama de la contestación, la propuesta y la esperanza, sin la menor ayuda de las Administraciones públicas y ante la inercial no implicación de gran parte de la sociedad civil, el 15O es un hito para el contento, por el apoyo recibido por una parte significativa de la ciudadanía y para el alivio, al comprobar que los esfuerzos no son en balde.


Pero además de regocijarse, tras los meses de andadura y experiencia lo que ya va tocando a una minoría de estos colectivos y personas, es hacer autocrítica por persistir en actitudes sectarias. En particular, a los aprendices de brujos del activismo social que establecen relaciones causa-efecto entre sus pronunciamientos y actuaciones y la “respuesta ciudadana”, con lo que terminan arrogándose -como si tal cosa-  el patrimonio de los buenos resultados y la autoridad sobre la “ortodoxia indignada”.


Tampoco les vendría nada mal a quienes confundiendo el acertado criterio de acentuar la condición ciudadana del movimiento -por ser la más genérica e inclusiva- caen en la descalificación de las dinámicas políticas y sindicales y en el cuestionamiento de quienes se reivindican como multimilitantes: desde luego, ciudadanos, pero también miembros de un partido, de un sindicato, de una asociación, etc.


Y no estaría de más que reconsideraran su trayectoria en el 15M quienes forman en su seno colectivos de afinidad ideológica -“sin problemas”, porque no son un partido- y desde sus particulares convicciones de ser los más “anti sistema” del barrio, tratan a quienes tenemos otras visiones o estrategias como si nos faltara un riego, una lectura o una dioptría de conciencia sociopolítica. O, lo que es peor, como el enemigo dentro.

Afortunadamente, este sigue siendo un movimiento ciudadano democrático, plural, inclusivo y pacífico. Y sólo hay que ir a una manifestación para verlo.



 Xavier Aparici Gisbert. Filósofo y Secretario de Redes Ciudadanas de Solidaridad.

http://bienvenidosapantopia.blogspot.com.

Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.

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