Francisco Cases destacó el momento de "inestabilidad" que vive la sociedad en la misa celebrada este jueves en la Basílica de Teror
El obispo de la Diócesis de Canarias, Francisco Cases, ha llamado a los
cargos públicos a la austeridad y la sobriedad, “para que se vele y se
atienda con preferencia la pequeñez de los débiles”, en la misa
celebrada esta mañana en la Basílica de Teror, en Gran Canaria, con
motivo de las Fiestas del Pino.
Cases destacó ante miles de personas que acudieron al acto celebrado en la Villa mariana, el momento de “inestabilidad” y la “falta de firmeza” con las que vive la sociedad y en especial los jóvenes e instó a sacerdotes, creyentes, políticos, empresarios que influyen en la vida pública, que ofrezcan a la sociedad “signos reales de esperanza”.
En ese sentido explicó que “Vivimos en la cultura de la inestabilidad, de la debilidad e inconsistencia de los criterios y los afectos, en la cultura del usar y tirar, del decidir y olvidar”. Una situación que se ve incrementada debido que a la falta de trabajo para los más jóvenes, que en ocasiones no coincide con la preparación académica que adquirieron “poniendo en crisis el sentido de los esfuerzos realizados”.
El obispo afirmó que en el campo del amor reina la confusión general, porque “se banaliza”, al igual, según dijo, que la sexualidad. Además de que consideró perdido el concepto de matrimonio y señaló las infidelidades y divorcios como aspectos que afectan al criterio de la juventud. Sobre la fé cristiana dijo que muchos se alejan de su adhesión, porque se encuentran marcados por los pecados y las debilidades, al mismo tiempo que dudó de la ética y moral actuales.
Asimismo, recordó las palabras del papa, Benedicto XVI, en las pasadas Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) celebradas en Madrid, que invitó a los jóvenes a “buscar y encontrar a Cristo”. En ese sentido, señaló seguir “con firmeza” los pasos de “la madre” y apeló “a cuantos a cuantos por nómina o por patrimonio están en condiciones de seguir ayudando a los necesitados, no los olvidemos, siguen estando ahí”. A este respecto reconoció que la generosidad en las ayudas se agotan por el cansancio del paso de los días “mientras las dificultades de los hermanos permanecen y se endurecen”.
A pesar de que aseguró que una gran cantidad de personas “son firmes en su rectitud y honradez”, invitó a “todos, a reaccionar frente a tanta inestabilidad y falta de firmeza”. Cases dijo no querer dar datos basados en estadísticas, porque “nos asustamos cada día más”.
Cases destacó ante miles de personas que acudieron al acto celebrado en la Villa mariana, el momento de “inestabilidad” y la “falta de firmeza” con las que vive la sociedad y en especial los jóvenes e instó a sacerdotes, creyentes, políticos, empresarios que influyen en la vida pública, que ofrezcan a la sociedad “signos reales de esperanza”.
En ese sentido explicó que “Vivimos en la cultura de la inestabilidad, de la debilidad e inconsistencia de los criterios y los afectos, en la cultura del usar y tirar, del decidir y olvidar”. Una situación que se ve incrementada debido que a la falta de trabajo para los más jóvenes, que en ocasiones no coincide con la preparación académica que adquirieron “poniendo en crisis el sentido de los esfuerzos realizados”.
El obispo afirmó que en el campo del amor reina la confusión general, porque “se banaliza”, al igual, según dijo, que la sexualidad. Además de que consideró perdido el concepto de matrimonio y señaló las infidelidades y divorcios como aspectos que afectan al criterio de la juventud. Sobre la fé cristiana dijo que muchos se alejan de su adhesión, porque se encuentran marcados por los pecados y las debilidades, al mismo tiempo que dudó de la ética y moral actuales.
Asimismo, recordó las palabras del papa, Benedicto XVI, en las pasadas Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) celebradas en Madrid, que invitó a los jóvenes a “buscar y encontrar a Cristo”. En ese sentido, señaló seguir “con firmeza” los pasos de “la madre” y apeló “a cuantos a cuantos por nómina o por patrimonio están en condiciones de seguir ayudando a los necesitados, no los olvidemos, siguen estando ahí”. A este respecto reconoció que la generosidad en las ayudas se agotan por el cansancio del paso de los días “mientras las dificultades de los hermanos permanecen y se endurecen”.
A pesar de que aseguró que una gran cantidad de personas “son firmes en su rectitud y honradez”, invitó a “todos, a reaccionar frente a tanta inestabilidad y falta de firmeza”. Cases dijo no querer dar datos basados en estadísticas, porque “nos asustamos cada día más”.







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