Abuelo

Mi honra al tango que acarició tus cuerdas, Y a los que ahora amenizan tu esperar, Mi más sana envidia al barrio que de un hondo suspiro ve tu vida transcurrir, una vida repleta de vivencias…Vivencias repletas de vida… Mi profundo respecto a una mirada compadrita, carente de temor alguno y a todas y cada una de las lágrimas que valientes recorren aún tu agreste semblante. Orgulloso de compartir esta sangre, soñadora, con ánimo de lucha, Criolla, matona, fluvial, marcada… Sangre de Emigrantes. Mi abismal pena al hermano que en tus brazos no decidió perecer, decidió pedalear otros rumbos otras rutas jamás entrenadas… Te regalo las sensaciones de mi infancia viajera, Infancia con aromas de tren de verano, con bullicio de siestas interrumpidas, con horas de pensativas y dulce pesca Y te devuelvo con simpática ironía tu “Te deje ganar” de siempre… Terco, tenaz, dispuesto, caballero, fuerte, protector, compañero, amigo… Padre… Abuelo A mi queridísimo abuelo Silverio.

Fernando R. Rubio

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