La locomotora de la economía canaria es aún de vapor

Creo que fue el ex alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Francisco Araña del Toro, el que "patentó" la frase de que "el turismo es la locomotora de la economía de Canarias". Pero han pasado muchos años de eso, y aunque hay mucha gente que repite el tópico, tenemos que reconocer que esa locomotora está un poco desfasada. Sigue siendo una máquina de vapor, que echa mucho humo, que chirría y jadea, y que no lleva la velocidad y el ritmo que se espera de ella. Será necesario cambiarla por una máquina eléctrica, de gran velocidad, limpia, ecológica y acorde con los tiempos. Esta metafórica introducción nos sirve para indicar que determinadas zonas llamadas turísticas se han quedado atrás, especialmente el Sur de Gran Canaria. Ha habido años de mala gestión municipal, de luchas internas y gobiernos inestables y no que no se han acordado mucho de que si no se renueva, solo se puede esperar el fracaso o la muerte en un sector de tanta importancia para esta isla. Aquí ha aflorado la desidia, se han descuidado en las infraestructuras, en la atención al entorno, no se ha puesto toda la energía necesaria para mantener la buena imagen que un destino turístico debe tener y, por parte de los ciertos empresarios y del propio gobierno de Canarias, tampoco se ha contribuido  a desarrollar iniciativas para mejorar la planta alojativa, especialmente la extrahotelera que se ha quedado en parte obsoleta, según repiten hasta la saciedad los propios dirigentes de las asociaciones empresariales o portavoces del Gobierno regional. Aunque es cierto que determinados empresarios, conscientes de lo que se juegan sí han invertido  en la renovación. Han puesto al día sus establecimientos. Aunque el gobierno de Canarias no se cansa de repetir que este archipiélago tiene casi un 50% de su territorio protegido,  no deja de llamar la atención que en cambio  se hayan  deteriorado, o en ocasiones afeado, parajes y costas a base de horribles construcciones, o de utilizar zonas de dominio público para construir. Habría que matizar cómo se realiza esa protección, porque los sucesivos incendios que se producen en los montes y bosques de las islas, o las escombreras que encontramos en zonas protegidas, reflejan a las claras que esa protección a veces deja mucho que desear. O nos encontramos con el hecho de que construcciones ilegales permanecen en pie, y se pide además amnistía para ellas, vulnerando las leyes que este mismo gobierno promulga. Parece olvidarse que, aunque estamos en Europa y regidos por directrices de la Comunidad Europea, el comportamiento de algunos de nuestros dirigentes políticos y empresariales, y parte de nuestra organización administrativa y judicial, parece más bien un calco de lo que es habitual en una república bananera. Ahora se sacan de la manga unas directrices de ordenación territorial que da luz verde para que se siga machacando el reducido espacio insular, a gusto de desaprensivos inversores, a los que les importa más el beneficio económico que obtengan que crear empleo para los canarios, o respetar el medio ambiente y el entorno.. ¿Le importa a este gobierno regional que tenemos (bueno: eso de regional es un tópico) la formación de nuestros niños y jóvenes para que cuando llegue la hora de trabajar encuentren empleo aquí, en primer término, o al menos en cualquier otro lugar de la geografía nacional, e incluso de la Europa comunitaria? Me temo, por las estadísticas que se ofrecen sobre la realidad canaria, que no es así. Cuantas más personas cualificadas tengamos entre los nacidos en estas islas, mucho mejor será para paliar una crisis económica como la que atravesamos. Pero resulta que Canarias se sitúa entre las primeras autonomías españolas en fracaso escolar. Prácticamente, el turismo es el que ha propiciado, en buena parte, la prosperidad económica en Canarias. Pese a ello a nuestro gobierno no se le ocurre otra cosa que pretender  eliminar 8 ciclos de F. P.  relacionados con la hostelería y turismo. Un destino turístico que desee tener prestigio en el mundo debe ofrecer calidad de servicios  en sus hoteles, en sus restaurantes, en sus centros de ocio, etc. además, claro está de que el establecimiento en el que se hospeden o que visiten durante su estancia, se encuentre en perfectas condiciones. Ese servicio ante una clientela no la puede hacer cualquiera, como piensa mucha gente aquí, de la misma forma, por ejemplo, de que para hacer el trabajo de agricultor, hay que saber lo que se hace y cómo se hace. Los sindicatos se oponen a que la consejería de Educación intente eliminar nada menos que 40 ciclos de la Formación Profesional en Canarias. Es una decisión que según las organizaciones sindicales, dejará a 400 profesores interinos y sustitutos sin empleo, aparte del daño que se puede hacer a muchos jóvenes que no van a seguir estudios universitarios y optan por obtener algún título que les permita competir en las ofertas de empleo. Como es habitual en el gobierno canario, estas decisiones de reducir ciclos de F. P. se hacen, según declaran los colectivos sindicales, sin consenso con los sindicatos, instituciones y centros. Es una imposición antidemocrática. No se ha convocado la llamada Mesa Sectorial de Negociación para tratar este asunto, y se denuncia, además, que la consejería ha seguido solamente criterios económicos a la hora de recortar esas enseñanzas. Consideran que es un duro golpe para la F. P.  en un momento de crisis en el que la sociedad demanda formación.