Migrante senegalés tarda 2 días en llegar a pie desde Las Palmas de Gran Canaria a Tunte

Migrante senegalés tarda 2 días en llegar a pie desde Las Palmas a Tunte, en GC, en un acto reivindicativo para permanecer en el albergue que le dio cobijo durante varios meses.

Adama, de unos 25 años de edad, trató de hospedarse sin éxito en la escuela hogar de Tirajana, que le denegó la entrada por razones estrictamente administrativas al no constar en el registro oficial de este centro, dependiente del Estado, reconvertido en alojamientos para inmigrantes.

Adama optó, hacia la una de la tarde del lunes 10 de agosto de 2020, por sentarse agotado delante del albergue y fue, entonces, cuando llamó la atención de los vecinos de Tunte, la capital de San Bartolomé de Tirajana.

Contrariamente a las acusaciones sobre racismo del diputado de NC, Pedro Quevedo, el vecindario se movilizó para asistir a Adama, quien apenas expresaba palabra alguna.

Los vecinos le dispensaron agua y bocadillos bajo la sombra de un árbol. Adama comenzó su andadura hasta Tunte desde El Batán, en Las Palmas de Gran Canaria, recorriendo algo más de 100 kilómetros con una cholas de goma, de color azul, bastante gastadas en los talones.

Alcanzó las cumbres hacia el mediodía, con más de 30 grados de temperatura y un sol de justicia. Tocó en el centro hogar con el deseo de entrar, obtuvo el no por respuesta y Adama decidió sentarse en la acera, a la sombra del laurel de indias que reina sobre el albergue.

Los vecinos observaron en el inmigrante senegalés fatiga y sudoración, de ahí que optaran por llamar al Servicio Canario de Salud.

Sanidad envió una ambulancia de inmediato y el personal facultativo acreditó que Adama manifestaba fiebre por encima de los 38 grados.

Según fuentes sanitarias, se activó el protocolo antiCovid-19, pidiendo a la población que mantuviera la cautela en casa ante cualquier aparición de síntomas vinculados al coronavirus, como fiebre, tos o escalofríos.

Adama fue conducido hasta el Hospital Universitario Insular de Las Palmas, donde hacia las 5 de la tarde del lunes aguardaba por los resultados.

Los vecinos siguen sensibles tras ser vituperados por cargos públicos como xenófobos. “Esta es la prueba de que este pueblo es hospitalario y generoso. Adama ha vuelto a Tunte. Estuvo aquí, lo trasladaron y ha vuelto“.

Otros vecinos admiten que la Administración “carece de controles” sobre un sector de los inmigrantes y es “de mucha valentía” que Adama cruzara la mitad de la isla a pie “para estar cerca de nosotros“.