Un total de 12 positivos de Covid-19, que se encuentran aislados en unas carpas instaladas en el muelle de Arguineguín junto a más de 60 migrantes en cuarentena, están en la mañana de hoy 5 de agosto a la espera de ser trasladados al Aula de la Naturaleza de Tunte.
Para dar acogida a estos 72 migrantes recién llegados en los últimos días en pateras a las costas del sur de Gran Canaria, los migrantes que llevan 4 meses residiendo en Tunte en buen estado de salud serán trasladados a varios centros de Gran Canaria.
Los vecinos de Tunte han anunciado movilizaciones contra esta decisión de la Delegación del Gobierno con la que pretenden “trasladar el problema del Covid a Tunte”. Además, han lamentado que a partir de este sábado, “Tunte se convierta en el centro de cuarentena de Gran Canaria”.
Estos migrantes serán realojados en diferentes instalaciones para liberar espacio a los recién llegados, que deben permanecer en cuarentena por haber dado positivo en las pruebas de diagnóstico PCR de la Covid-19 y que llevaban dos días en el muelle de Arguineguín a la espera de ser ubicados en algún centro.
Tal y como han asegurado fuentes a las que ha tenido acceso el MaspalomasAhora se trata de “un problema de espacio, porque no hay donde alojarlos” ya que son positivos en la Covid-19 y deben seguir un protocolo de aislamiento y cuarentena, tanto los infectados como los que han convivido con ellos en la misma embarcación.
El problema se complica en el caso de que sigan llegando más pateras a las costas porque “no hay espacio”, más aún cuando las instalaciones del polígono de Arinaga previstas para este fin han comenzado a ser desmontadas.
Los vecinos están ahora mismo preocupados por el riesgo que supone tener positivos de la Covid-19 en Tunte, ya que como han advertido fuentes cercanas no se trata de personas detenidas y hay riesgo de fuga, tal y como ha ocurrido en otras ocasiones. Estos migrantes en cuarentena están vigilados por un profesional de la seguridad, pero no por agentes de ningún cuerpo policial.
Disconformidad
Por su parte, el alcalde accidental de San Bartolomé de Tirajana, Samuel Henríquez, ha asegurado que ha mantenido conversaciones con la Delegación del Gobierno y Cruz Roja para tratar de abordar la situación.
En primer lugar, ha dicho, el grupo de gobierno municipal “va a estar del lado de los vecinos”, ya que han sido informados de este trasladado por los residentes de la zona y no por ningún comunicado oficial.
Como ha asegurado Henríquez “no es competencia del Ayuntamiento pero es algo que afecta a San Bartolomé de Tirajana” por lo que ha denunciado que no se les haya informado de manera formal. En esta línea, ha mostrado su “disconformidad” con esta decisión, ya que los migrantes que residen en Tunte “son parte de la comunidad y están integrados en el pueblo sin problemas de convivencia”.
“San Bartolomé es y será siempre solidario”, como ha demostrado no solo con los residentes de este centro sino también con los del centro de menores habilitado en Ayagaures, y ha declarado su desacuerdo con el traslado.
“Tunte no tiene capacidad ni servicios médicos para atender algún problema” en el caso de surgir una emergencia, ya que es un ambulatorio pequeño planteado para las necesidades de la población local.
Por ello, el regidor accidental ha confiado en que los responsables “recapaciten y paralicen el traslado” y así volver a la normalidad actual.












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