La producción canaria “Príapo” gana un premio en el Festival Internacional de Polonia

La producción de los canarios Santana Lantigua -natural de Vecindario- y de Tomás Pérez Torrella, “Príapo”, ha ganado el premio en la categoría de Producción Experimental en el Festival internacional de Polonia, una película que incorpora escenas rodadas en cinco Islas Canarias, entre ellos en las Dunas de Maspalomas.

Tras 6 años de producción, el largometraje comienza su andadura por festivales alzándose el galardón a mejor película experimental. Además, este proyecto producido por medios independientes se encuentra a la espera de seguir siendo laureado en Los Ángeles, Santiago de Chile y Calcuta.

Príapo es un largometraje que narra la historia de España desde el comienzo de la humanidad, pasando por todas las épocas hasta la actualidad, con alusión a elementos culturales como el silbo gomero “un patrimonio cultural que hay que conservar”, han afirmado los productores.

Este tándem canario ya se encuentra inmerso en el proceso de su segundo largometraje “donde las Islas Canarias acogerán de nuevo el rodaje gracias a su luz, sus colores y su diversidad de paisajes”.

Sobre Príapo

¿Cómo meter un país entero en una película? Más difícil aún: ¿cómo trasladar a la pantalla el momento exacto en que todo un pueblo tan heterogéneo puede desgajarse?

Príapo puede verse como una película de partes independientes pero se contempla mejor desde la lejanía a vista de pájaro. Es una película titánica pensada desde un megalómano proyecto que podría ser, en realidad, infinito: desde que decide explicar un país en crisis, todo puede caber dentro, todas las historias, todas las vidas, todos los hechos... La buena noticia es que deja los grandes gestos y aspavientos a un lado y se entrega a materiales humildes de una procedencia múltiple.

La película está grabada en la mezquita de Córdoba, el acueducto de Segovia, el Liceo de Barcelona, el palacio real de Madrid... Las islas Canarias demuestran su riqueza y variedad mostrando todos los climas y paisajes posibles en 5 islas diferentes, teniendo también una importante aportación rasgos etnográficos y culturales de gran valor como los carnavales o el silbo gomero. Cualquier espectador puede encontrar su espacio en este proyecto que es algo único en el panorama internacional.

Príapo cuenta con una resistencia a continuar con el optimismo; con un trabajo titánico que autoimponen los realizadores Tomás Pérez Torrella y Santana Lantigua. Se pasa del documental a la realidad ficcionada y de la fantasía a la realidad. Esta confusión explica perfectamente el espíritu del proyecto: para explicar el presente es necesario perderse en el pasado. Se genera así un territorio donde la hiperrealidad convive con lo fantástico y las leyendas con lo cotidiano.

Las pinturas negras de trazo fino buscan el anhelo imposible de escuchar a todas y cada una de las personas que forman la palabra crisis; toda esa negrura existencial se encuentra en la interpretación del protagonista en un ser en suspensión, encapsulado y asfixiado que va atravesando a su vez todo tipo de situaciones, lugares y símbolos de un país.

Cuando estamos embrujados por el espíritu de la película ya es demasiado tarde: al principio de la película llegamos de día en un nuevo amanecer, ahora solo cae la noche.