Algo está pasando con la suciedad en las calles y demás zonas públicas como espacios para contenedores y compactadores. Si no, no habrían tantas denuncias en las redes sociales como esta del incansable Peter Ramírez. Dice Tito, el concejal de Limpieza que la mayoría de los espacios están limpios, y cuando publicamos una foto de algún lector, advierte que ese lugar ya está limpio. ¡Bien hecho! Sin embargo, un vistazo a las junglas virtuales nos sitúa en un municipio totalmente sucio, mediocre. O todos se equivocan en sus denuncias o Tito sólo ve personas mal intencionadas.
Mal intencionadas, precisamente así son aquellas personas que demuestran cada lunes su incivismo en el Mercado Municipal, por nombrar un lugar cercano. Si el edificio ya es una chabola gigante, sus alrededores, donde aún se monta el penoso mercadillo, amanece muy sucio. “No es un prometan de limpieza, es de incivismo”, dice Tito y también lo reiteraban sus antecesores. Y es que, quien no aprendió en su casa, en el entorno familiar o el colegio, difícilmente entenderá ahora lo importante que es vivir sin estar rodeados de basura.
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