San Fernando pasea por las calles de Maspalomas bajo un sol de justicia

El día grande de las fiestas de San Fernando llenó de fieles las calles de Maspalomas para acompañar a la imagen festejada, procesionada junto a la de la Virgen del Carmen.

La temperatura, alta por calor, no fue óbice para que la tradición religiosa cumpliera sus expectativas. La celebración de la Santa Misa, la procesión y el posterior asadero de pescado en las inmediaciones del colegio son clásicos de las fiestas del patrón de Maspalomas.

Desde una hora antes del mediodía, el templo de San Fernando estaba prácticamente copado en todas las localidades de sus bancos. En las primeras filas, el Alcalde de San Bartolomé de Tirajana, Marco Aurelio Pérez Sánchez, con muchísimos miembros del gobierno municipal y otros componentes de la Corporación.

El párroco de San Fernando, Francisco González, que cumple sus 50 años desde que fue ordenación religiosa, condujo el oficio de la misa acompañado de unos ocho sacerdotes, y que estuvo presidida por el reverendo Juan Carlos Arencibia, párroco del capitalino barrio de Lomo Blanco y padre espiritual del Seminario.

La Misa tuvo acompañamiento musical del coro parroquial que dirige Conchi Herrera.

San Fernando, embajador de bondad

La lectura del Evangelio corrió a cargo del reverendo Benjamín Ramírez, y en la homilía fue donde el padre Arencibia hizo un recorrido por la vida del patrono de Maspalomas.

En un viaje histórico por la trayectoria de este rey del siglo XIII, el predicador le definió como “un hombre bueno que vivió momentos difíciles, pero siempre de cara a Dios”, y aunque le tocó convivir “en una época en la que también despuntaron San Francisco de Asis o Santo Domingo de Guzmán, fue modelo para las personas por su responsabilidad, coherencia, aprendiendo a querer y respetar a Dios desde la oración”.

Destacó el padre espiritual del Seminario que a su muerte en Sevilla “todos vieron en él a alguien que quiso seguir a Dios con integridad y siendo buena persona con los demás”. Expuesto en la Palabra como paradigma del amor, indicó que “Dios razonó su amor en la cruz y nosotros lo hacemos en la Eucaristía”.

Antes de pasar al acto de la comunión, los distintos grupos de colaboración con la comunidad parroquial de San Fernando realizaron sus particulares ofrendas en base al trabajo que cada uno de ellos realiza.

Procesión y asadero

Una vez finalizado el acto religioso de la Misa, las imágenes de San Fernando y Nuestra Señora del Carmen hicieron el habitual recorrido por las calles del Maspalomas que casi circundan la Parroquia de San Fernando, acompañadas de cientos de feligreses a pie y de otros muchos que seguían su paso desde las azoteas.

Los 64 componentes de la banda juvenil de Agüimes pusieron música y paso para abrir el paso de las imágenes religiosas.

Mientras la comitiva religiosa daba la vuelta a la redonda entre la Parroquia de San Fernando y el poblado, los miembros de la comisión de fiestas se afanaban en ir preparando el carbón y los depósitos de asadero para que el fuego fuese tomando pulso.

La comisión de fiestas dispuso un cargamento de 600 kilos de caballas, papas arrugadas, pella, mojo rojo y refrescos para que los ciudadanos se sintieran satisfechos antes de irse a casa. El Alcalde fue el encargado, como es tradición, de servir el primer plato a los ciudadanos, siendo una señora en este caso la que estaba en primer lugar.