La grandeza de El Hierro, cantada por María Padrón

María Padrón es una inspirada y sensible poetisa grancanaria, de padres herreños, que acude de vez en cuando a la isla de sus progenitores porque encuentra allí el marco adecuado para su inspiración. Una inspiración, que como dice José Jurado Morales, supone “un encaje de bellas palabras seleccionadas muy acertadamente, para que posean el filo cortante o la suavidad requerida y de ese modo el verso transcurra y haga camino, como si fuera guiado por la clara luz de una estrella, que es lo que viene a ser la exacta, justa concepción de la Poesía, ese don exclusivo de que gozan quienes, como María Padrón, enlazan la mente imaginativa con el hondo sentimiento”. Este mismo autor señala que los poemas de María Padrón “son conmovedores por su lírica vibración, su acentuado aliento y su temática”.

En su poema “Fe de campesino” dice:

 

“Yo necesito fe de campesino,

para creer en la nobleza de la tierra.

Una sed de desierto necesito

Para beberme la vida como buena.

 

Yo necesito creer que por encima

De mí, y de mis miserias,

Está la razón donde culmina

El sentido de la vida y su grandeza”.

 

Su composición “La más pequeña” está  dedicada a María Mérida.. He aquí algunos de sus versos:

 

“Y de ti, la más pequeña

De las Islas Canarias,

Brotó este corazón grande,

Cual volcán erguido en llamas,

Que va cantándole amor

A tus montes y a tus lavas,

A tu misterio y a tu bruma,

A tu silencio y a tu calma....”

 

Su libro “Eres la isla de las islas”, editado por el Cabildo Insular de El Hierro y el Centro de la Cultura Popular Canaria, se encuentra en la antología “Homenaje poético internacional” publicada en Barcelona en 1.986. En esta obra se refiere concretamente a la tierra de sus antepasados. De este trabajo  comenta el mencionado José Jurado que sus imágenes  constituyen “como un bordado lírico”.

Su  poemario  titulado “Con la voz del viento”, aparece en 1.987 de la mano de Editorial Rondas, de Barcelona.

Su obra más reciente “La última tierra” se condensa en 36 poemas, 16 de los cuales entran en el epígrafe “De raíces y sangre”, y el resto lo titula “Del camino y la piedra”.

La poesía de María Padrón ha sido valorada en diferentes certámenes.  Obtuvo el premio “Sala de Arte Garoé”, de Tenerife, en 1.988 y  un accésit del certamen “Isla de El Hierro”, de 1989; Premio “Rosón de Oro”, de Italia, en 1.992; accésits a los certámenes de Semana Santa, de Gran Canaria, de los años  1994 y 1.995; Premio al certamen “Ruta del almendro”, d e Gran Canaria en 1.996 y accésit del concurso “Una idea por la vida”, del año 2.000.

De “La última tierra”, José Quintana subraya que esta obra “es un poemario moldeado con las manos y el corazón; trasladando la metáfora de la vida y la materia, a un coloquio humano del ayer de unas gentes”. Afirma que María Padrón siente la necesidad de recuperar la memoria de El Hierro, “la de la geografía heredada”

 

 

COMO AGUA VIRGEN

 

Busco la sombra

Que da la higuera de amplias raíces

Y fronda espesa.

busco la calma azul

que no se encuentra

hasta que la pureza,

como agua virgen,

sea manantial por la conciencia.

Busco la sombra grata

Donde la vida

No sea abrasada por la violencia.

 

Este poema lo dedica a la obra de otro artista de origen herreño, el arquitecto Jerónimo Padrón López:

 

HACIA TODA UTOPÍA

 

Y las manos de el hombre

Ahondaron en la tierra

Y esparcieron belleza,

Las manos de el hombre creador

 

Tendió el hombre la piedra

Por la que hizo camino

Hacia toda utopía,

Cimentando sus sueños

En una obra hermosa.

 

Universo arquitectónico,

Luminosidad cósmica

Sin límite para la fantasía

Salobre de las aguas.

 

Las manos de el hombre

Habitaron espacios estériles y malos

Creando un mundo sutil,

Conjugando armonía sensorial.

 

Tendió el hombre sus manos

Y vinieron las aguas

Para hacerse cascada de sueños,

Cascada de luz, “Cascadas de Mar”...

 

 

 

 

 

(María Padrón- Mocanal-El Hierro)