Mejora de la playa de San Agustín

En el inicio de la actual legislatura, la administración central definió la necesidad de recuperar cinco zonas turísticas de Canarias que por falta de inversión pública y privada estaban quedando fuera de mercado. Se optó por definir a cuatro zonas de urgente actuación: Puerto de la Cruz, Corralejo, Playa del Inglés y San Agustín. Los hoteleros trasmitieron a los Operadores turísticos la nueva mejora, que fue muy agradecida, alentándoles a seguir fieles a la Zona. En medio de la crisis que avanzaba, se veía una luz de alegría. A tal fin, Turismo presentó un anteproyecto redactado por los Arquitectos Casariego y Guerra para la mejora de la Zona, en uno de los Hoteles de San Agustín. Mientras tanto, nuestro Ayuntamiento de aquellos años, asumió el reto y presentó otro anteproyecto en el Palacio de Congresos, muy parecido al presentado por Casariego y Guerra. Ampliaba el campo de actuación, llegando hasta el Campo Internacional. Ahora se añadió otro proyecto de Costas. Todos los movimientos se encaminan a la deseada mejora rápida de toda la zona, que incluye desde Bahía Feliz hasta la Playa del Inglés, y el campo de Golf. En resumen, en este momento se ataca la mejora de la zona desde varios lugares, y a la espera del cambio de la carretera por un bulevar, con la mejora de la playa. Nos podemos sentir satisfechos del camino emprendido, aunque es de lamentar la falta de acciones probablemente a la falta de dinero de nuestro Ayuntamiento. Los esfuerzos que realizan los Hoteleros, mejorando sus edificios, bien merecerían que se avanzara con el mismo ritmo, los objetivos marcados de mejora en las zonas públicas, alumbrado, limpieza y mobiliario urbano De toda esta mejora general, una de las mejoras más impactantes para San Agustín, será el cambio de imagen de las dos playas de la zona, uniéndose y ampliando su superficie, posiblemente, con arena dorada. Es lógico que el cambio de color no vaya a ser bien valorado por todos, y estas personas disconformes podrían alegar que la actual playa podría ser un emblema, con personalidad propia, donde el visitante podría elegir pasar sus vacaciones, precisamente por su arena. Sin embargo, valdría la pena recordar que a la mayoría de nuestros visitantes les agradaría el cambio, y no hace falta recordar que vale la pena escuchar la opinión de los operadores turísticos. La Playa con arena, dorada o negra, es el núcleo de cualquier desarrollo turístico. Los inversores se basan en la playa para sus planes de inversión. El atractivo de Agadir, con su ambicioso plan de captar la inversión Canaria, se basaba en sus playas. La zona de Amadores sin la playa artificial creada, no tendría el éxito comercial que se le reconoce. La fuerte inversión hotelera realizada en Meloneras recibiría una gran ayuda con la nueva playa que se pueda crear en el paseo peatonal. No es extraño pues, que Costas plantee sanear el paseo de Arrecife, creando una playa artificial_ La Zona de San Agustín también merece una nueva inversión que le permita el cambio de imagen, con una remozada playa, y el cambio será mas notorio si no tiene ningún parecido con la actual. Si se consigue un gran impacto con esta inversión, el gasto que conlleve, compensará y recuperará con creces todas las otras inversiones públicas que ya se están empezando a realizar. Una impactante nueva playa en San Agustín, será el motor de arranque de su renovado desarrollo turístico. Las mejoras públicas que se complementen se unirán a otras mejoras que realizarán empresas privadas que irán surgiendo, esperando la fácil recuperación de la inversión. Los negocios, ahora en franca retirada, renacerán para atender la mayor ocupación de los hoteles, que posiblemente no requieran la necesidad de seguir con el todo incluido para llenar sus camas. La alegría y el gasto en el comercio renacerá, por la alegría en los hoteles, y por la mayor afluencia de pasantes del interior de la Isla, como playa de moda a ser visitada. La mejor playa del Sur. Gran Canaria bien merece ver de nuevo, el retorno del esplendor a la Zona de San Agustín.