El Consistorio se mantiene inflexible ante celebraciones irregulares, fundamentalmente, para evitar episodios indeseados como la muerte de un joven el pasado domingo en una fiesta ilegal en Arucas
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana ha impedido este jueves la realización de una fiesta que no contaba con autorización administrativa, de la que fue alertado por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Arucas.
A primera hora de la mañana, agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Local se presentaron en el recinto conocido como “La Perla del Sur”, en la carretera hacia Montaña La Data, con el fin de verificar que la fiesta no se realizaría.
Sin embargo, al detectar la presencia de una treintena de personas y el recinto en plena actividad procedieron a la interrupción del evento en el que se produjo un desencuentro entre el promotor y los agentes de la autoridad, informaron fuentes municipales.
Incluso, los organizadores se trasladaron a las dependencias judiciales de Maspalomas con el fin de retomar la actividad, que le fue denegada al confirmarse que no disponía de la preceptiva licencia, agregan las fuentes.
Precisamente, ayer miércoles, el referido Juzgado de Arucas puso en conocimiento del Departamento de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento que “una persona” alertó que, este fin de semana se celebraría una fiesta en el referido local sin autorización alguna, organizada por un promotor que “no está dado de alta”.
El Ayuntamiento junto al Cuerpo Nacional de Policía actuaron de inmediato con el fin de proteger a los clientes de esta fiesta denominada “Sensual Experiencia: Loquace”.
El Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana se mantiene inflexible ante la celebración de fiestas que no cuenten con autorización para evitar episodios indeseados como la muerte del joven de 31 años y vecino del barrio capitalino de La Feria, Fran Almeida, que falleció el pasado domingo en una fiesta celebrada en el chalet Casa Teo de Arucas, que carecía de licencia.
El joven supuestamente se precipitó desde cuatro metros de altura al ceder un techo cuando disfrutaba de una despedida de soltero con un grupo de amigos, un hecho calificado por la Guardia Civil como un acto de imprudencia, informó La Provincia.