Pirámides de Nutrición, ¿cuál refleja la dieta más saludable?
La Pirámide de Nutrición Saludable es un gráfico que indica de forma sencilla el tipo de alimentos que son necesarios para llevar una dieta equilibrada y su frecuencia de consumo más recomendable.
En esta semana se celebra el Día Nacional de la Nutrición, por lo que trato un tema relacionado con la búsqueda de una "pauta dietética ideal" (sea para la "operación bikini" en primavera o a largo plazo): las pirámides de la alimentación saludable. En este post se exponen algunas pirámides de alimentación correspondientes a diferentes concepciones nutricionales, comentando para cada una de ellas las ventajas e inconvenientes que se les atribuyen.
La Pirámide de Nutrición Saludable es un gráfico que indica de forma sencilla el tipo de alimentos que son necesarios para llevar una dieta equilibrada y su frecuencia de consumo más recomendable. No descarta ningún alimento; sólo informa sobre la conveniencia de restringir algunos de ellos a una ingesta ocasional. Los grupos alimentarios que figuran en la parte baja y más gruesa de una pirámide representan a los alimentos a tomar en mayor abundancia, mientras que según se va subiendo la pirámide su ingesta debe ser en menor grado. Los alimentos representados en la punta de la pirámide deben ser ingeridos sólo ocasionalmente. Veamos cómo ha evolucionado la clásica Pirámide Nutricional hacia conceptos más "modernos":
1) La pirámide de Alimentación de la SENC (2004)
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) ha actualizado en el 2004 la clásica pirámide nutricional, incorporando algunas modificaciones, como la inclusión de bebidas fermentadas de baja graduación (vino y cerveza; de forma opcional, moderada y en adultos) y del aceite de oliva en el segundo peldaño piramidal. Asimismo señala que es necesario acompañar una dieta equilibrada con ejercicio, al menos 30 minutos al día, y aconseja beber una cantidad de agua nunca inferior a dos litros diarios. En la Guía de Alimentación Saludable también se dan otros consejos, como la conveniencia de realizar cinco comidas diarias.
Sin embargo, a pesar de estar científicamente avalada, esta concepción de nutrición no está exenta de algunas críticas. En este sentido, el dietista-nutricionista Juan Revenga sostiene que "el primer y segundo peldaño deberían estar claramente intercambiados: las frutas, hortalizas y productos de origen vegetal que están en el segundo peldaño bajarlo al primero y esos cereales, fundamentalmente integrales, o alimentos de origen vegetal que están en el primero subirlo al segundo".
2) La pirámide de Atkins (1972)
A partir de los años setenta llegó la revolución del Dr. Atkins (“low-carb”), que identificó como "enemigo nutricional Nr.1" al carbohidrato. En consecuencia, en la pirámide de Atkins los alimentos con alto contenido de carbohidratos ocupan el lugar más alto, es decir, son de consumo muy ocasional. Esta dieta está basada en la limitación rigurosa en la ingestión de carbohidratos, con el fin de producir cetosis, el estado en que el organismo agota sus carbohidratos y comienza a quemar grasa para obtener energía. Ello lleva asociados varios riesgos para la salud, lo que explica que esta dieta nunca ha sido considerada por nutricionistas como saludable y, mucho menos, como una filosofía de nutrición permanente.
Sin embargo, ello no debe eclipsar el gran mérito de Atkins: al centrar la atención en el carbohidrato, ha sentado las bases para las posteriores evoluciones de las "dietas modernas". Nótese que, con excepción de algunas dietas como las que se basan en el ayuno, prácticamente todas las dietas de los 2000 se basan en el control de la secreción de insulina (respuesta hormonal al azúcar sanguíneo), jugando el carbohidrato el principal papel en estas concepciones, sea a través de su limitación o a través del traslado de su consumo a determinadas horas del día.
En los 2000 han surgido un sinfín de dietas que se basan en la Dieta Atkins, como por ejemplo el popular método del Dr. Pierre Dukan que renombra y redefine las cuatro fases de Aktins con algunos ligeros cambios, y otras que, a partir de Atkins, las mezclan con otras concepciones, de las que veremos a continuación dos ejemplos de éxito en Alemania:
3) La pirámide LOGI (Worm, 2003)
LOGI (sus siglas corresponden a: Low Glycemic and Insulinemic Diet) puede traducirse literalmente como "dieta que promueve bajos índices de azúcar sanguíneo y valores insulínicos". Tal como reconoce Nocolai Worm, autor del bestseller "Die LOGI-Methode", se basa en Atkins, incorporando el término "índice glucémico" (de Montignac y las recientes "dietas Glyx"). Su concepto nutricional es sencillo, al no ser una dieta con diferentes fases, como p.ej. Atkins o Dukan, y poder entenderse con sólo ver la pirámide, la cual da una pauta general de qué alimentos ingerir y en qué cantidad, basándose en el índice glucémico de los alimentos (=la rapidez de la generación de una reacción insulínica). No pretende ser una dieta ocasional (como las "dietas milagro"), sino un concepto de vida saludable y permanente.
En resumidas cuentas, el método LOGI baja el grupo de las frutas y verduras, los alimentos proteicos (pescados, carnes, lácteos,..), el aceite de oliva y los frutos secos a los primeros dos peldaños de la pirámide (=de mayor consumo), mientras los carbohidratos con un índice glucémico medio (cereales integrales,..) son elevados al tercero (=consumo limitado) y los carbohidratos con un índice glucémico alto (pan blanco, dulces,..) son situados en el cuarto y último peldaño (=consumo muy ocasional).
Nótese que los carbohidratos son desplazados a la parte alta de la pirámide (divididos en dos grupos), pero no tan radicalmente como en la pirámide Atkins que los desplazaba por completo a la punta de la pirámide. Y es que el mismo Worms reconoce que no es su intención crear un estado de cetosis prolongado, como el método Atkins, sino una alimentación muy limitada, si bien no exenta, de carbohidratos. Con ello pretende eliminar los riesgos de las dietas "low-carb" radicales (mareos, estreñimiento, aumento del riesgo de cáncer de colon, deficiencias de micronutrientes, etc.), pero aún así es cuestionable si lo consigue del todo (por ejemplo, con relación a los posibles peligros para los riñones de una alimentación muy proteica).
Vemos que estas últimas dos pirámides (Atkins, LOGI) alteran drásticamente la composición de la clásica pirámide nutricional (SENC). Pero, ¿existe alguna "dieta moderna" que no altere los peldaños de la pirámide tradicional? Sí, la hay; veamos un ejemplo con una concepción dietética, que ha tenido un impresionante éxito en Alemania a partir del 2006:
4) El método "Adelgaza mientras duermes" (Pape, 2006)
El nombre de la dieta, "Adelgaza mientras duermes", alude psicológicamente a una dieta llevable sin excesivo esfuerzo ni sufrimiento. Los autores la denominan "dieta de disociación insulínica", ya que promueve una separación de alimentos según la hora del día, condicionado a su vez por las respuestas insulínicas deseadas para el ciclo diario. En su versión estándar de la dieta, los autores recomiendan la supresión de las proteínas en el desayuno (es decir, basado en carbohidratos, con el fin de utilizar esa energía durante el día), un almuerzo sin apenas restricciones (en cuanto a la mezcla de proteínas y carbohidratos) y la supresión de carbohidratos en la cena, con el fin de que el azúcar sanguíneo se mantenga bajo durante la noche para que el gasto energético en reposo se abastezca de las reservas de grasa corporal. La dieta limita las ingestas diarias a sólo tres, con un mínimo de cinco horas entre cada una, con el fin de maximizar el tiempo libre de insulina en sangre, especialmente durante el periodo nocturno.
El concepto no tiene una representación piramidal nueva, pues básicamente mantiene las recomendaciones tradicionales de ingesta calórica diaria de los tres macronutrientes: 50-60% carbohidratos, 25-30% grasas y 15-25% proteínas. La diferencia de este método no radica en las proporciones recomendadas, sino en la hora del día en que se ingieren.
No obstante, como a cada dieta, se le pueden encontrar puntos débiles, como por ejemplo una posible ralentización del metabolismo en los largos periodos de ayuno entre las comidas (5-6 horas) y, al permitir libre ingesta de carbohidratos en el desayuno, la posibilidad de una rápida subida y, posteriormente, rápida bajada del azúcar sanguíneo a media mañana en caso de abusar de carbohidratos simples durante el desayuno (p.ej. pan blanco, mermelada, miel, etc.). Ello no quita que pueda ser considerado como un concepto nutricional muy interesante.
Y con tanta pirámide...¿cuál refleja la dieta más saludable?
Es la pregunta del millón para lo que no hay una respuesta universal. En Nutrición se pueden encontrar una gran diversidad de métodos que, como hemos visto en estos pocos ejemplos, incluso pueden contener recomendaciones literalmente contrarias. Quizás las preguntas más adecuadas serían: ¿qué método está tiene un mayor respaldo científico? o ¿cuál contempla el término "dieta" como un "modo de vida permanente"? En este caso nos tendríamos que inclinar por la pirámide tradicional, como la de la SENC. Cualquier dieta, en el sentido de forma de vida saludable permanente, debería partir de estas bases.
Sin embargo, ello no quita que a dicha pauta general se le hagan ligeras adaptaciones individuales, como por ejemplo con relación a la ingesta de carbohidratos según el ejercicio físico personal de cada uno (por ejemplo, reducirlos al 40-50% de las kcal. diarias en periodos de poco ejercicio físico) y/o un mayor consumo de alimentos vegetales. Además, en épocas de una intencionada pérdida de peso, se puede potenciar el adelgazamiento incorporando, por ejemplo, el principio del consumo de carbohidratos de más a menos a lo largo del día (consumo alto en el desayuno, medio en el almuerzo y bajo o nulo en la cena) y la limitación a tres comidas diarias, sin que ello se aleje mucho de los principios de las pirámides tradicionales.
Por tanto, vemos la dificultad que conlleva esquematizar una pirámide nutricional perfecta, pues, en definitiva, no existe una dieta universal perfecta, sino más bien una "dieta perfecta" para cada metabolismo individual. En este sentido la pirámide de nutrición tradicional podría ser vista como un punto de partida, una base sobre la que diseñar cada uno su forma de vida saludable, pero sin alejarse mucho de sus principios básicos que, al contrario que las "dietas milagro" actuales (p.ej. Dukan), sí que tienen un respaldo científico.
______
Nota: Esta es una versión acortada del post original. El lector puede encontrar la versión completa y más detallada en www.antoniogarzon.com
Las opiniones de los columnistas son personales y no siempre coinciden con las de Maspalomas Ahora.








Normas de participación
Esta es la opinión de los lectores, no la de este medio.
Nos reservamos el derecho a eliminar los comentarios inapropiados.
La participación implica que ha leído y acepta las Normas de Participación y Política de Privacidad
Normas de Participación
Política de privacidad
Por seguridad guardamos tu IP
216.73.216.129