Paulino Rivero aseguró que el Gobierno canario utilizará todos los recursos jurídicos, políticos y sociales para oponerse a las prospecciones
El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero, ha dicho hoy que hacer una consulta popular acerca de las prospecciones petrolíferas en aguas próximas a Fuerteventura y Lanzarote es una buena forma de recuperar la confianza de los ciudadanos por parte de las administraciones.
Paulino Rivero hizo estas declaraciones en Radio Nacional de España y recordó que como no hay acuerdo ni entre la comunidad científica ni los responsables políticos acerca de si las prospecciones petrolíferas son beneficiosas, es bueno que los ciudadanos decidan.
Preguntado por las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha dicho que la consulta solo está prevista para asuntos de competencia autonómica y que los permisos petrolíferos competen al Estado, Paulino Rivero replicó que el Ejecutivo canario se lo pondrá difícil con argumentos.
La vicepresidenta, según Paulino Rivero, no ha dado un no rotundo a la consulta, y recordó que ahora el Gobierno canario llevará la cuestión al Parlamento regional para que lo debate y donde precisa de la mayoría absoluta para luego hacer la petición al Gobierno español.
Paulino Rivero indicó que la mayoría absoluta parece obvio que se obtendrá en el Parlamento regional, pues la petición tiene el apoyo de los grupos Nacionalista Canario, Socialista y Mixto, mientras que el opone el Popular, y una vez hecha la propuesta se trata de "esperar" la respuesta del Gobierno central.
Negó que la propuesta tenga relación alguna con cálculos electorales y recordó que Repsol reconoce que los procesos de investigación y extracción tienen riesgos, aunque sean mínimos, y que se incrementan en función de la profundidad a la que se realicen.
En el caso de Canarias se realizarán a más de tres mil metros de profundidad, en lo que será una situación simular a la del Golfo de México, comentó Rivero, quien agregó que si se contraponen los riesgos y el hecho de que el 51 por ciento del Producto Interior Bruto de Lanzarote y Fuerteventura proceden del turismo, la balanza se inclina hacia el segundo punto.
Preguntó qué necesidad hay de arriesgar el turismo de Canarias para otorgar beneficios a una multinacional como Repsol, y en cuanto a que las prospecciones se hagan en aguas de Marruecos replicó que se llevan a cabo en la plataforma continental, en aguas próximas al continente africano, donde hay más control sobre posibles incidentes.
Y Marruecos es un país soberano en cuyas aguas no se puede interferir, agregó el presidente canario.
En cuanto a los beneficios que la existencia de petróleo podría aportar a la economía canaria, Paulino Rivero señaló que tanto si se extra en aguas de las islas como si procede del Golfo de Guinea o del Mar del Norte, el Gobierno español lo compra en el mercado, "no se lo regala Repsol".
Comentó que en ocasiones se mencionan las extracciones en aguas próximas a Noruega, y señaló que en ese caso se trata de una actividad nacionalizada, mientras que en Canarias se arriesgaría "en beneficio de una multinacional".
Paulino Rivero aseguró que el Gobierno canario utilizará todos los recursos jurídicos, políticos y sociales para oponerse a las prospecciones y preguntó si no llama la atención el hecho de que el otro archipiélago que vive del turismo, Baleares, también se opone a esa actividad y el gobierno balear es del mismo signo político que el del Ejecutivo español.
Paulino Rivero hizo estas declaraciones en Radio Nacional de España y recordó que como no hay acuerdo ni entre la comunidad científica ni los responsables políticos acerca de si las prospecciones petrolíferas son beneficiosas, es bueno que los ciudadanos decidan.
Preguntado por las declaraciones de la vicepresidenta del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, quien ha dicho que la consulta solo está prevista para asuntos de competencia autonómica y que los permisos petrolíferos competen al Estado, Paulino Rivero replicó que el Ejecutivo canario se lo pondrá difícil con argumentos.
La vicepresidenta, según Paulino Rivero, no ha dado un no rotundo a la consulta, y recordó que ahora el Gobierno canario llevará la cuestión al Parlamento regional para que lo debate y donde precisa de la mayoría absoluta para luego hacer la petición al Gobierno español.
Paulino Rivero indicó que la mayoría absoluta parece obvio que se obtendrá en el Parlamento regional, pues la petición tiene el apoyo de los grupos Nacionalista Canario, Socialista y Mixto, mientras que el opone el Popular, y una vez hecha la propuesta se trata de "esperar" la respuesta del Gobierno central.
Negó que la propuesta tenga relación alguna con cálculos electorales y recordó que Repsol reconoce que los procesos de investigación y extracción tienen riesgos, aunque sean mínimos, y que se incrementan en función de la profundidad a la que se realicen.
En el caso de Canarias se realizarán a más de tres mil metros de profundidad, en lo que será una situación simular a la del Golfo de México, comentó Rivero, quien agregó que si se contraponen los riesgos y el hecho de que el 51 por ciento del Producto Interior Bruto de Lanzarote y Fuerteventura proceden del turismo, la balanza se inclina hacia el segundo punto.
Preguntó qué necesidad hay de arriesgar el turismo de Canarias para otorgar beneficios a una multinacional como Repsol, y en cuanto a que las prospecciones se hagan en aguas de Marruecos replicó que se llevan a cabo en la plataforma continental, en aguas próximas al continente africano, donde hay más control sobre posibles incidentes.
Y Marruecos es un país soberano en cuyas aguas no se puede interferir, agregó el presidente canario.
En cuanto a los beneficios que la existencia de petróleo podría aportar a la economía canaria, Paulino Rivero señaló que tanto si se extra en aguas de las islas como si procede del Golfo de Guinea o del Mar del Norte, el Gobierno español lo compra en el mercado, "no se lo regala Repsol".
Comentó que en ocasiones se mencionan las extracciones en aguas próximas a Noruega, y señaló que en ese caso se trata de una actividad nacionalizada, mientras que en Canarias se arriesgaría "en beneficio de una multinacional".
Paulino Rivero aseguró que el Gobierno canario utilizará todos los recursos jurídicos, políticos y sociales para oponerse a las prospecciones y preguntó si no llama la atención el hecho de que el otro archipiélago que vive del turismo, Baleares, también se opone a esa actividad y el gobierno balear es del mismo signo político que el del Ejecutivo español.
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