Tampoco debió construirse el Centro Comercial Oasis por el que Lopesan, propietario de IFA, se ha interesado
El Hotel IFA Faro, del Grupo Lopesan, ha
presentado en el Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajajana alegaciones contra
la licencia de derribo y reconstrucción del RIU Oasis en las que reconoce que
ninguno de los dos hoteles, así como el Centro Comercial Oasis, el senador y
los otros hoteles y apartamentos de la zona deberían haberse construido “nunca”, aunque no
menciona cuál debería ser el futuro del centro comercial, que también está previsto que sea
derribado y reconstruido próximamente.De hecho, el Grupo Lopesan se ha interesado por la compra de este centro comercial, cuyos propietarios han proyectado su derribo y reconstrucción al mismo tiempo que el RIU Oasis, al que se opone este grupo, y que considera que nunca debió construirse, lo mismo que el resto de las edificaciones de la zona.
Ello es así “de acuerdo con la normativa medioambiental y a los ojos de cualquier observador” y ahora no se puede permitir, asevera, “que se modifique para agravar lo que tiene de impacto”.
En un volumen de 68 páginas estructuradas en diversos puntos, desgrana los argumentos y normas de aplicación directa, por encima del planeamiento de 1996, que sustentan su convencimiento de que el palmeral fue privatizado ilegalmente con tolerancia municipal, por haberlo incluido en el planeamiento tras una sentencia indicaba que era una parcela pública.
Además, considera que la parcela del Hotel RIU Oasis está incluida en la denominada Área de Sensibilidad Ecológica periférica, lo que impide que se otorguen las licencias de derribo y reconstrucción sin contar previamente con una evaluación de impacto ecológico.
En cuanto al impacto, insiste en que supondrá un “paredón” de 275 metros de largo por 25 de altura que impedirá la visibilidad incluso desde la carretera que conduce al Faro de Maspalomas y que ha actuado como “observatorio natural” del palmeral y de las dunas, aparte que ordena impedir las “pantallas” la Ley de Costas.
En este caso, asegura que no se podría otorgar licencia por silencio administrativo porque ese silencio es negativo cuando se trata de obras de nueva planta.
IFA Faro desgrana por qué esos terrenos, en cualquier caso, deberían considerarse como patrimonio del Estado, pues a su juicio se incumplió la Ley de Costas de 1969 y el deslinde según aquellas premisas, a las que se suma la maraña de normas urbanísticas y planeamiento en un proceso que para IFA “dista mucho de ser pacífico” y que finalmente puede derivar en “desagradables sorpresas a la peticionaria de las licencias, si no fuera porque la empresa promotora”, implantada en Canarias desde los años 80, cuenta en la isla “con una potente organización empresarial, no puede alegar desconocimientos” de todas esas circunstancias.
Por otra parte, considera que los informes del Ayuntamiento guardan un “calmoso silencio” en cuanto a su competencia de proteger los edificios con interés arquitectónico o histórico e incorporarlo al catálogo municipal de edificios protegidos, motivo por el que en 1983 de denegó la demolición de una parte del hotel. Debería asimismo ajustar a la legalidad la “insólita” ordenación del ámbito del Plan Parcial Oasis”.





y ahora? | Martes, 05 de Marzo de 2013 a las 18:50:24 horas
a conejo muerto palos a la madriguera
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